Sin prisas hacia el trono

Nadal llega a cuartos de Pekín tras ganar a Kohlschreiber y ser sancionado por sacar tarde Está a dos partidos de ser número uno

Madrid -
Nadal, durante el partido ante Kohlschreiber GOH CHAI HIN (AFP)

Es una situación doblemente excepcional. Para llegar a cuartos del torneo de Pekín (6-4 y 7-6 a Kohlschreiber), donde puede recuperar el número uno, Rafael Nadal tiene que rogarles repetidamente a los recogepelotas que se den prisa en darle las bolas y la toalla. Él, que es el tenista del top-30 al que más veces advierten los jueces de silla por emplear entre punto y punto más de los 25 segundos reglamentarios, se sabe observado. El instinto no le falla. Pese a sus esfuerzos, el juez de silla le advierte primero, después le quita un primer saque en un punto (en el 1-1 del segundo set, donde Na...

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Es una situación doblemente excepcional. Para llegar a cuartos del torneo de Pekín (6-4 y 7-6 a Kohlschreiber), donde puede recuperar el número uno, Rafael Nadal tiene que rogarles repetidamente a los recogepelotas que se den prisa en darle las bolas y la toalla. Él, que es el tenista del top-30 al que más veces advierten los jueces de silla por emplear entre punto y punto más de los 25 segundos reglamentarios, se sabe observado. El instinto no le falla. Pese a sus esfuerzos, el juez de silla le advierte primero, después le quita un primer saque en un punto (en el 1-1 del segundo set, donde Nadal debe salvar dos bolas de break; es una sanción absolutamente excepcional en su carrera), y finalmente le lleva a quejarse de la siguiente manera: “Usted no entiende muy bien este deporte. Los recogepelotas están yendo muy despacio y yo estoy intentando ir rápido”.

Usted no entiende muy bien este deporte. Los recogepelotas están yendo muy despacio y yo estoy intentando ir rápido Nadal, al juez de silla

Kohlschreiber sí que entiende de tenis. Este es un jugador que nunca ha sido un rival del agrado de Nadal. Pese a que el revés a una mano debería colocar al alemán en la lista de víctimas preferidas del español (que le pregunten a Roger Federer), lo cierto es que el campeón de 13 grandes manda 10-1 en el cara a cara sin haber dominado casi nunca con tranquilidad los partidos. Kohlschreiber tiene la capacidad de lograr que Nadal golpee frecuentemente fuera de su zona de comodidad, en posiciones que se le atragantan. Sabe abrir la pista para que el mallorquín tenga que desplazarse hacia los laterales, donde más sufre; y puede citarle en la media pista con golpes sutiles y dejadas. Nadal, que prefiere la constancia a los chispazos, siempre pasa aprietos contra esa receta, que el número 25 acompaña de un saque notable. Ocurre que el español tiene soluciones para todo, y que con su nueva propuesta, esa agresiva apuesta por cerrar antes los peloteos, deja menos espacio para que le enreden en telas de araña. Un tie-break excelentemente jugado, en el que buscó sus opciones con un par de derechazos llameantes, resumió el cambio que ya le llevó a ganar el Abierto de EE UU.

Así, con un partido en el que solo el juez de silla y el primer saque no acompañaron al buen tono general del juego, Nadal llegó a su cita de cuartos con el italiano Fognini, un tenista volcánico, de inmenso talento y personalidad llena de aristas (2-0 para el mallorquín en el cara a cara). La opción de que se aúpe al número uno esta misma semana sigue abierta gracias a su 24ª victoria consecutiva sobre cemento. Si el español llega a la final de Pekín será el número uno independientemente de lo que haga Novak Djokovic, que debe jugar con Fernando Verdasco. Si el serbio no está en el partido decisivo, Nadal será el mejor del mundo independientemente de su propio resultado.

El pulso Nole-Rafa, punto a punto

Jugador
Puntos
Gana
F
S
Q
2R
1R
Djokovic 11,120 11,120 10,920 10,800 10,710 10,665 10,620
Nadal 10,860 11,360 11,160 11,040 11,010 11,010 11,010

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