Lanzarote se estrena con un golazo

El Espanyol gana en Granada con una falta concedida en un error del árbitro

Casilla evita el gol de Murillo. MIGUEL ANGEL MOLINA (EFE)

Un golazo de Lanzarote después de un obsequio del árbitro concedió la victoria al Espanyol en Granada. El partido se resumió en la jugada del 0-1. El colegiado advirtió cesión voluntaria en un rechace de Fran Rico y Lanzarote clavó el libre indirecto en la escuadra de Roberto. No hubo más en Los Cármenes, salvo la posterior expulsión de Ighalo y, por otra parte, el desaire de Sergio García, el capitán del Espanyol, cuando fue sustituido por su técnico con empate a cero. A los blanquiazules les van los encuentros cerrados como el de Granada.

Al partido le costó desperezar, puede que por ...

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Un golazo de Lanzarote después de un obsequio del árbitro concedió la victoria al Espanyol en Granada. El partido se resumió en la jugada del 0-1. El colegiado advirtió cesión voluntaria en un rechace de Fran Rico y Lanzarote clavó el libre indirecto en la escuadra de Roberto. No hubo más en Los Cármenes, salvo la posterior expulsión de Ighalo y, por otra parte, el desaire de Sergio García, el capitán del Espanyol, cuando fue sustituido por su técnico con empate a cero. A los blanquiazules les van los encuentros cerrados como el de Granada.

Al partido le costó desperezar, puede que por el horario matinal o también porque los dos entrenadores modificaron sus respectivos equipos, ambos acomodados en la clasificación después de su meritorio arranque en la Liga. Aguirre retocó las distintas líneas: aparecieron Raúl Rodríguez, Abraham como tercer centrocampista y también Lanzarote. A costa de ganar solvencia en la medular, el equipo perdió llegada y especialmente fluidez en el juego. No había manera de conectar con Sergio García. Tampoco llegaba el Granada al marco de Casilla.

Granada, 0-Espanyol, 1

Granada: Roberto; Nyom, Murillo, Diakhaté (Mainz, m.46), Angulo; Pereira, Fran Rico, Recio, Dani Benítez (Ighalo, m.66): Buonanotte y Riki (El Arabi, m.79). No utilizados: Karnezis, Iturra, Fatau y Álvaro García.

Espanyol: Casilla; Javi López, Colotto, Raúl Rodríguez, Fuentes; David López; Abraham (Stuani, m.55), Víctor Sánchez; Simao (Alex, m.79), Lanzarote (Thievy, m.58); y Sergio García. No utilizados: Germán, Sidnei, Pizzi y Torje.

Gol: 1-0. M.75. Lanzarote.

Árbitro: Iglesias Villanueva. Expulsó por doble amonestación a Ighalo (m.82) y amonestó a Lanzarote, Fuentes, Nyom, Diakhaté, Recio y Javi López.

Los Cármenes: 13.358 espectadores.

Así que el encuentro fue durante un buen rato una pugna tan tensa como aburrida en la medular, sin ocasiones, solo salpicado por las faltas, el recurso de unos y otros, más pendientes de defender que de atacar. El balón, sin embargo, no llegaba a portería ni siquiera en las jugadas de estrategia. Las pérdidas eran continuas, no había ritmo ni continuidad, ni un tiro. La nada se imponía en Los Cármenes. La dormidera acabó incluso por afectar a un futbolista tan solvente como Casilla, seguramente uno de los mejores porteros por alto del campeonato.

Casilla se tragó el balón botado desde el córner y la jugada no acabó en gol porque el propio meta rectificó con el puño antes de que la pelota se colara en el marco. Ni el árbitro ni el linier advirtieron que el balón traspasara la raya de meta pese a las quejas de los jugadores del Granada. Casilla no aludió a su lesión en el hombro ni a un posible deslumbramiento para justificar su error sino que pidió perdón públicamente por confiarse y el partido continuó como si no hubiera pasado nada, muy difícil de digerir.

No despabilaron ni Granada ni Espanyol después del descanso a pesar de que por sus gestos se intuía el enfado de Aguirre y Alcaraz. No había noticias de los delanteros a excepción de una llegada de Riki al que como goleador le pudo el egoísmo y no el pase para la llegada de los futbolistas de la segunda línea, libres de marca. Visto que las cosas no mejoraban, Aguirre recurrió a Stuani por Abraham. La sensación de que el Espanyol quería aspirar a la victoria con los cambios duró muy poco porque el técnico retiró a Sergio García por Thievy.

Enfadado, Sergio García se largó de mala manera, sin saludar a Thievy y menospreciando el brazalete de capitán. Replicó el Granada con la entrada en escena de Ighalo, se animó la hinchada local y el partido se abrió un poco, lo justo para que se sucedieran algunas llegadas, propias por otra parte del cansancio. Pudo marcar Raúl Rodríguez en un remate franco, sin oposición, después de un corner e Ighalo enfocó por su parte a Casilla. Al final fue el árbitro, Iglesias Villanueva, el que de forma indirecta puso en ventaja al Espanyol a la media hora.

El colegiado interpretó como una cesión al portero una pelota rebotada por Fran Rico después de un error de Thievy y pitó falta en el área. No había intencionalidad en el jugador del Granada. El regalo no lo desaprovechó Lanzarote, que golpeó de forma magistral el balón tocado por Simao y se estrenó como goleador en la categoría. El tiro con la zurda fue monumental por bello y preciso. El cuero entró por la escuadra izquierda del portero. La jugada desquició al Granada, desafortunado en un tiro al palo de Riki, y penalizado por Ighalo.

Expulsado el delantero, que acumuló más tarjetas que remates, el Granada se quedó en inferioridad numérica y dejó el partido a pies del Espanyol. Excelente en una jugada difícil como la del gol, Lanzarote falló después un remate sencillo tras una excelente transición de Thievy. No influyó en el resultado. Ya no daba pie con bola el Granada desde el error del árbitro.

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