Carla se cita con el futuro

Vencedora de Zheng (6-2 y 6-4), Suárez jugará para ser la primera española en cuartos desde 1998 y sumar puntos decisivos para entrar en el top-10 ● “Ha dado un paso adelante”, dice Conchita Martínez

La tenista española Carla Suárez.JOHN G. MABANGLO (EFE)

Es de noche, y Carla Suárez grita. La número 20 del mundo acaba de clasificarse para los octavos del Abierto de EE UU (6-2 y 6-4 a la china Zheng), donde jugará contra la alemana Kerber un partido que puede convertirla en la primera española en cuartos de final desde 1998 (Arantxa Sánchez Vicario) y que tiene mucho que decir en sus opciones de ser top-10. Cuartofinalista en Roland Garros 2008 y el Abierto de Australia 2009, octavofinalista este año en París, Londres y Nueva York, la canaria, de 24 años, vive en plenitud, disfrutando de su madurez deportiva. Es, dice Conchita Martínez, la selec...

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Es de noche, y Carla Suárez grita. La número 20 del mundo acaba de clasificarse para los octavos del Abierto de EE UU (6-2 y 6-4 a la china Zheng), donde jugará contra la alemana Kerber un partido que puede convertirla en la primera española en cuartos de final desde 1998 (Arantxa Sánchez Vicario) y que tiene mucho que decir en sus opciones de ser top-10. Cuartofinalista en Roland Garros 2008 y el Abierto de Australia 2009, octavofinalista este año en París, Londres y Nueva York, la canaria, de 24 años, vive en plenitud, disfrutando de su madurez deportiva. Es, dice Conchita Martínez, la seleccionadora española, “una Carla diferente”.

“Ha dado un paso adelante seguro”, argumenta la campeona de Wimbledon 1994, que vivió el partido en la grada, junto a Xavi Budó, el mentor de la canaria. “Con un poco más de continuidad tendrá la oportunidad de entrar en las 10 primeras del mundo”, añade. “Lo que tiene que buscar es esa continuidad, el jugar bien tanto con una top 10 como con una 100 y pico”, prosigue. “Me gusta cómo se está defendiendo, cómo llega a la pelota, no solo a meterla sino para llegar pronto y hacer algo con ella. Para defenderse agresivamente. Si consigue hacerlo continuamente será otra Carla diferente”.

“¡Vamos, curva, vamos!”, anima Budó durante el encuentro, pidiendo golpes liftados, tiros con efecto que aculen a Zheng contra la valla y le permitan a su pupila ganar pista y espacio para rematar el peloteo. Suárez, una mujer de 1,62m y 62 kilos, es una tenista liviana sin fuerza para enfrentarse de tú a tú con las pegadoras. Lo suyo es la gestión táctica, la estrategia inteligente, masticar el peloteo hasta que aparezca ese mágico instante en el que rematar el punto. Ese es el escenario de su partido de octavos. Kerber, la número nueve, zurda para más señas, saldrá disparando balas. Suárez intentará contenerla mezclando alturas, velocidades y efectos.

“Cuando está fina, Kerber le pega a la bola muy fuerte, muy plano”, recuerda Conchita. “Carla va a tener que intentar que en ningún momento esté metida dentro de la pista, sobre la línea, para mandar ella”, valora. “Xavi [Budó, su técnico] le está inculcando el jugar con bolas pesadas, acelerando, llevando a su contraria atrás y metiéndose ella para abrir pista. Así es muy peligrosa y puede ganar a cualquiera”.

“Su juego es muy agresivo, pero mis posibilidades están ahí. Voy a intentar perjudicarla”, coincide la canaria sobre Kerber. “Estos son partidos que marcan la diferencia. Con Errani lo tuve en Roland Garros; con Kvitova, no tanto, pero también [ambos en octavos de 2013]”, añade Suárez, que el jueves perdió con Silvia Soler un disputadísimo partido de dobles contra las hermanas Williams. “Y eso me ha ayudado”, advierte. “El ritmo que te imponen las Williams y la velocidad de pelota de ellas te ayudan a estar más baja de piernas, más atenta, más rápida, más agresiva”. Más Carla.

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