Con Serena y sin Sharapova

La baja de la rusa, a la que Connors le duró un solo partido como técnico, deja campo abierto a la estadounidense

Serena Williams, en Nueva York.Frank Franklin II (AP)

“Cada vez que pierdo, me siento sobreexcitada. Necesitaba eso para llevar mi juego a otro nivel”. Serena Williams, la número uno del mundo, habla de su derrota en la final de Cincinnati con el orgullo de quien habla de una herida de guerra. Para la tenista que le derrotó en su último torneo, Victoria Azarenka, no tiene tan buenas palabras. La estadounidense se niega a reconocer el nacimiento de una nueva rivalidad por los grandes títulos con la bielorrusa. Se apoya en los números (domina 12-3 los cruces). Se sustenta en los recuerdos (Henin, Clijsters, Venus, Sharapova… esos son los nombres qu...

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“Cada vez que pierdo, me siento sobreexcitada. Necesitaba eso para llevar mi juego a otro nivel”. Serena Williams, la número uno del mundo, habla de su derrota en la final de Cincinnati con el orgullo de quien habla de una herida de guerra. Para la tenista que le derrotó en su último torneo, Victoria Azarenka, no tiene tan buenas palabras. La estadounidense se niega a reconocer el nacimiento de una nueva rivalidad por los grandes títulos con la bielorrusa. Se apoya en los números (domina 12-3 los cruces). Se sustenta en los recuerdos (Henin, Clijsters, Venus, Sharapova… esos son los nombres que resuenan en su cabeza). Sin embargo, Azarenka, la número dos mundial, le llevó hasta el límite en la final del Abierto de EEUU 2012, y se dibuja como su gran rival en el de 2013: Maria Sharapova es baja.

La rusa protagonizó en los últimos días un puñado de decisiones sorprendentes. Primero, valoró pedirle a un tribunal que le permitiera cambiarse el apellido para competir en Nueva York con la marca de uno de sus productos como acompañamiento (pensó en ser María Sugarpova hasta que desechó la idea). Luego, el mítico Jimmy Connors le duró un partido como entrenador, lo que tardó en perder en Cincinnati. Finalmente, los dolores en un hombro le obligaron a darse de baja en el Abierto de Estados Unidos, el torneo que había estado en el corazón de todos los pasos anteriores. Su baja, que es la de una de las competidoras más duras del circuito, aclara aún más el panorama de Serena, que debuta contra la luchadora Schiavone y cada vez depende más de sus aciertos y sus errores en los torneos. Frente a ella, en la victoria y en la derrota, pocas tenistas tienen dictado. Ocurra lo que ocurra en Nueva York, lo normal es que se explique desde la raqueta de la ganadora de 16 grandes.

“Y yo ya no necesito hacer nada”, dijo la campeona vigente, que suma 60 victorias por 4 derrotas en 2013, que ha ganado ocho trofeos... pero ‘solo’ ha levantado un grande (Roland Garros) y ve cómo siempre se lo recuerdan los periodistas. “Es la belleza de mi carrera”, argumentó en contestación a ese dato. “No necesito hacer nada de nada. Todo lo que haga de ahora en adelante es un bonus. Es solo extra”.

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