Yamaha ya tiene su ‘seamless’

La fábrica japonesa tiene listo su propio cambio de marchas a imagen y semejanza de aquel con el que Honda revolucionó su moto en el 2011 aunque aún no sabe cuándo lo estrenará

Indianapolis -
Rossi y Lorenzo, durante la presentación de YamahaMarcos Piñero (AS)

Dicen en el taller de Jorge Lorenzo, donde apenas pueden abrir la boca, que Yamaha siempre da pasos seguros. En la fábrica de Iwata (Japón) se toman las cosas con calma porque no quieren dar un solo paso en falso. Y así, en tranquilidad y con menos silencio del deseado, han estado trabajando el último año en un cambio de marchas como aquel revolucionario cambio seamless (sin costuras) con el que Honda perfeccionó su RC212V en medio de la temporada 2011. Una pieza que, según el vicepresidente de HRC, Shuhei Nakamoto, valía más que su propia casa, unos 600.000 euros, dijo.

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Dicen en el taller de Jorge Lorenzo, donde apenas pueden abrir la boca, que Yamaha siempre da pasos seguros. En la fábrica de Iwata (Japón) se toman las cosas con calma porque no quieren dar un solo paso en falso. Y así, en tranquilidad y con menos silencio del deseado, han estado trabajando el último año en un cambio de marchas como aquel revolucionario cambio seamless (sin costuras) con el que Honda perfeccionó su RC212V en medio de la temporada 2011. Una pieza que, según el vicepresidente de HRC, Shuhei Nakamoto, valía más que su propia casa, unos 600.000 euros, dijo.

A una vuelta la diferencia es inapreciable, pero la moto resulta más cómoda de pilotar a lo largo de la carrera", explica Jorge Lorenzo

No se sabe lo que vale el cambio de la Yamaha, ni cuándo dispondrán los pilotos de él para sacarle el máximo provecho a su M1 en un campeonato en el que las Honda se muestran ligeramente superiores. Por no saberse, no existe siquiera confirmación oficial alguna –por orden expresa de los directivos japoneses de la casa– de que en el test celebrado en Brno la semana pasada Lorenzo y Rossi probaran la ansiada pieza. “Siguiente pregunta. No podemos hablar del cambio”, deslizan en el equipo del campeón del mundo. Pero él sí ha hablado. Y también lo hizo Rossi. Los ingenieros japoneses llevaron el ya famoso cambio a Brno y allí dieron vueltas hasta hartarse con él. Yamaha ya tiene su seamless. Y por el optimismo que desprenden las declaraciones de los pilotos de la casa de los diapasones el resultado no podría ser mejor.

“A una vuelta la diferencia es inapreciable, pero la moto resulta más cómoda de pilotar a lo largo de la carrera. Se desgasta menos el neumático y puedes cambiar de marcha en curvas en las que antes era casi imposible: al ir más inclinado, la moto se movía mucho, ahora prácticamente no se mueve y puedes acelerar antes y salir mejor de las curvas”, explicaba Jorge Lorenzo. Y coincidía con la versión de Valentino Rossi, quien advirtió que ni siquiera se trata de una mejoría de dos décimas por vuelta, como dijo haber leído en algún medio. “El gran cambio se observa a 30 vueltas. La moto es más fácil de pilotar y de llevar al límite, es más estable en aceleración, estresa menos los neumáticos y mejora al final de la carrera”. Y zanjaba: “La sensación es fantástica”.

Necesitan tiempo para asegurarse de que algo va a funcionar al 100%, eso nos hace ir más poco a poco”, se lamentaba el español

“Va muy bien. No hay más que escucharles. Jorge está inquieto. Él llevaría el cambio nuevo ya mismo”, conceden en el taller de Lorenzo. “Los japoneses nos han pedido tranquilidad. Jorge y yo hemos apretado para tenerlo lo antes posible, pero el cambio es una pieza muy crítica y quieren estar seguros”, decía Rossi. “Necesitan tiempo para asegurarse de que algo va a funcionar al 100%, eso nos hace ir más poco a poco”, se lamentaba el español. Es cuestión de paciencia. Honda tardó, que se sepa, al menos dos años en tener listo su cambio seamless, una caja de cambios que dispone de un sistema que permite pre-engranar la siguiente marcha mientras se desengrana la anterior: eso evita la caída de revoluciones entre marchas y facilita que se pueda aprovechar mejor la potencia del motor. Yamaha, que se puso manos a la obra el pasado noviembre, lo ha logrado en menos de un año. Solo falta esperar a que lo estrenen en la pista. “Será, seguro, antes de que termine el campeonato”, se aventuraba Rossi.

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