Rusia, a toda marcha

Solo una descalificación de última hora evita el triplete local Pascual, sexta con su mejor marca del año y Takacs, novena

Lashmanova (i) y Kirdyapkina (d), oro y plata en 20 km marcha.Alberto Estévez (EFE)

Solo un árbitro, uno de esos hombres que tanto temen las marchadoras, ha impedido el triplete ruso en los 20 km marcha de Moscú, otra vez bajo el sol, otra vez con humedad, pero con menos calor del que el domingo sufrieron los chicos. Ha sido ya en el estadio, cuando gran parte del esfuerzo se había hecho, y la víctima, la infractora, ha sido Sokolova, la menos buena de las locales, lo que ha evitado un drama mayor y ha dado un empujón final a las que venían justo detrás, dos españolas entre ellas. Beatriz Pascual ha ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Solo un árbitro, uno de esos hombres que tanto temen las marchadoras, ha impedido el triplete ruso en los 20 km marcha de Moscú, otra vez bajo el sol, otra vez con humedad, pero con menos calor del que el domingo sufrieron los chicos. Ha sido ya en el estadio, cuando gran parte del esfuerzo se había hecho, y la víctima, la infractora, ha sido Sokolova, la menos buena de las locales, lo que ha evitado un drama mayor y ha dado un empujón final a las que venían justo detrás, dos españolas entre ellas. Beatriz Pascual ha terminado sexta, y Julia Takacs, novena, ese puesto casi tan amargo como el cuarto porque rozas un objetivo, el diploma, la beca, pero no lo alcanzas por un suspiro. La gloria ha sido al esprint para Lashmanova, la mujer que para ser campeona olímpica en Londres 2012 (y a su compatriota Kaniskina, tres veces campeona del mundo y campeona olímpica en Pekín 2008 y ausente en Moscú) tuvo que batir el récord del mundo; la plata para Kirdyapkina.

Julia Takács (d) junto a Elena Lashmanova (i), que logró el oro.Alberto Estévez (EFE)

La carrera ha empezado lenta, muy lenta para el gusto de Takacs, según José Antonio Quintanta, el entrenador de la marchadora española de origen húngaro, que también lo es de la tercera, Lorena Luaces (18ª). Si el domingo los nervios, la tensión máxima mientras preparan las gorras de hielo y los brebajes, era para su colega Carrillo, que dirige al ya bronce Miguel Ángel López, hoy lo ha sido para él. Pero Quintana es un hombre diferente, más contenido aunque sufra igual.

Pascual y Takacs se han mantenido los primeros kilómetros, los más calurosos, en el grupo que perseguía a dos escapadas: italiana Rigaudo y a la checa Drahotova, un prodigio júnior que combina la marcha con las pruebas de obstáculos y que ha pagado al final la falta de experiencia. Ha sido séptima.

Esa experiencia ha sido también clave para Pascual y que después de ir por detrás de Takacs toda la carrera la ha superado antes del último avituallamiento. “He hecho un segundo 10.000 increíble”, ha dicho la catalana después. Tan increíbles que ha parado el crono en 1h 29m exactos, lo que supone su mejor marca de la temporada, en la que ha sufrido problemas en los isquiotibiales, y que dan a la catalana nuevos ánimos para creer que la medalla es posible. “Tras el sexto puesto en Londres llegué a la conclusión de que nunca lograría una medalla, pero ahora he vuelto a recuperar la ilusión, vuelvo a creer que es posible”, ha añadido.

Para Takacs, que llegó a España con 14 años y debutaba en unos Mundiales, la sensación es agridulce. Buena por la marca (1m 29,25s), la segunda de su vida, pero algo decepcionante por el puesto. “Creo que he corrido bien. Arriesgué cuando tuve que arriesgar y he seguido los consejos de mi entrenador, pero a partir del kilómetro iba muy bien de arriba, pero notaba que me fallaban las piernas. Me ha faltado un plus”, ha explicado. “Le ha faltado un pelín”, ha coincidido Quintana, “habrá que mejorar algunas cosas”.

La marcha no ha terminado. El turno es mañana para los chico de los 50 kilómetros. Entre ellos está Jesús García Bragado, 43 años, 11 Mundiales con este de Moscú, oro en los de Stuttgart hace exactamente 20 años.

Sobre la firma

Archivado En