Roig se autopatrocina

Dos temporadas atrás, el Villarreal perdió al patrocinador institucional que le reportaba cuatro millones de euros por temporada. Aeropuerto de Castellón, el logotipo que lució en la camiseta amarilla durante cinco cursos, periodo en el cual la obra pública se encontraba en fase de proyecto y construcción, dejó un vacío en la camiseta del Villarreal y un agujero en las arcas del club. Una incongruencia ya el polémico aeropuerto auspiciado por el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, ahora sí se encontraba acabado tras 150...

Dos temporadas atrás, el Villarreal perdió al patrocinador institucional que le reportaba cuatro millones de euros por temporada. Aeropuerto de Castellón, el logotipo que lució en la camiseta amarilla durante cinco cursos, periodo en el cual la obra pública se encontraba en fase de proyecto y construcción, dejó un vacío en la camiseta del Villarreal y un agujero en las arcas del club. Una incongruencia ya el polémico aeropuerto auspiciado por el expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, ahora sí se encontraba acabado tras 150 millones de inversión, aunque sin aviones que despegasen o aterrizasen.

La profunda crisis económica cebada también en la Diputación castellonense y el gobierno valenciano, hizo recapacitar a Fernando Roig, que en un alarde de honestidad, renunció a cualquier ayuda institucional y con carácter retroactivo. El Villarreal dejó de recaudar cinco millones de euros, paradójicamente, prácticamente la cantidad que la Generalitat valenciana tuvo que destinar a Bankia por los intereses del aval a la Fundación del Valencia, circunstancia revocada ahora por la justicia.

Con el descenso a Segunda, Fernando Roig vendió el 2,4 % de su participación en Mercadona, la cadena de supermercados perteneciente en su mayoría a su hermano Juan, propietario a su vez del Valencia Basket, al que Pamesa dio su nombre durante 20 años, estimada en más de 70 millones de euros. “Ayudaré al Villarreal con parte de mi patrimonio”, dijo Roig una vez consumado el descenso. Y cumplió su palabra hasta el punto de sanear al club al que desvinculó de sus empresas. El Villarreal no tiene ninguna deuda en este momento.

Sin una oferta de sponsorización privada que le satisfaga, el propio Fernando Roig ha asumido el patrocinio del club a través de Pamesa Cerámica, el grupo industrial que posee creado en 1972, que facturó 300 millones de euros el año pasado y que tiene una filial en Brasil. Como si el patrocinio fuese algo ajeno a la familia Roig, el director general del Grupo Industrial Pamesa, Jorge Bauset, fue el encargado de firmar el convenio junto al consejero delegado Roig Negueroles. “Hemos llegado a un acuerdo muy satisfactorio con Pamesa y estamos muy contentos porque consideramos que va a ser fructífero para las dos partes”, aseguró el hijo de Roig en función de consejero delegado del Villarreal.