Aquí gana hasta el lanzador de Cavendish

Triunfo del italiano Trentin en Lyon, al pie del Mont Ventoux, que promete batalla en la etapa de este domingo

Lyon -
Trentin (2i), a pocos metros de la metaGUILLAUME HORCAJUELO (EFE)

En la salida los policías, y las policías, municipales en bicicleta cruzan sonrientes por delante de mostachudos gendarmes, gigantes sobre motos todo cromo y brillo, y miedo. Los uniformados a pedal saludan afables con un 'bonjour' cantarín como los ríos de la Francia central (y Vichy tan cerca, qué escalofrío) y la superioridad propia de quienes saben que quien va en bicicleta tiene derecho a compadecerse de los motorizados, que no saben lo que se pierden.

Sin embargo, los de las Kawasaki no se dan por aludidos, seguramente porque no han leído a Tim Krabbé, el escritor (holandés) que m...

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En la salida los policías, y las policías, municipales en bicicleta cruzan sonrientes por delante de mostachudos gendarmes, gigantes sobre motos todo cromo y brillo, y miedo. Los uniformados a pedal saludan afables con un 'bonjour' cantarín como los ríos de la Francia central (y Vichy tan cerca, qué escalofrío) y la superioridad propia de quienes saben que quien va en bicicleta tiene derecho a compadecerse de los motorizados, que no saben lo que se pierden.

Sin embargo, los de las Kawasaki no se dan por aludidos, seguramente porque no han leído a Tim Krabbé, el escritor (holandés) que mejor ha formulado el derecho a la superioridad moral que asiste a los que van en bici, como tampoco lo habrán leído, probablemente, los que en la fuga de 18 no dejaron a Julien Simon, un francés feliz con su BH por las orillas del Ródano interminables, terminar con éxito su ataque. Y eso que Simon había seguido al pie de la letra las consignas de Krabbé: en una escapada tan grande vence aquel que se escapa el primero lo más tarde posible. Tras coronar la penúltima cota, la de la Duchère, en los barrios duros de Lyon, a 15 kilómetros de la meta, atacó Simon, que aprovechó de uno de tantos derroches inútiles del tejano Tejay van Garderen, una de las esperanzas del ciclismo estadounidense, con tanto potencial como ciclista como con escaso sentido de la carrera. Sin embargo, tras unos minutos de dudas y de mirarse entre ellos los de la fuga, Van Garderen, de nuevo, rompió el tiempo muerto, avivó la caza y dio sentido a la persecución que acabó con Simon y sus esperanzas a mitad de la última recta (y a un kilómetro de la meta) y propició un sprint en el que el italiano Matteo Trentin, joven debutante del 90, sprinter más conocido por su trabajo en el Omega como rápido lanzador de Cavendish. La esperanza española del día, Rojas, del Movistar, componente como Erviti, de la fuga-rearme moral tras los abanicos, ganó el sprint que no importaba, el de mitad de etapa, y actuó desplazado y a destiempo en el final.

Clasificaciones

Etapa:

1. Matteo Trentin (ITA-Omega) 4h 15:11

2. Michael Albasini (ITA_Orica) m.t.

3. Andrew Talansky (USA-Garmin) m.t.

4. José Joaquín Rojas (ESP-Movistar) m.t.

5. Egoitz García (ESP-Cofidis) m.t.

6. Lars Ytting Bank (DIN-Lotto) m.t.

7. Simon Geschke (ALE-Argos) m.t.

8. Arthur Vichot (FRA-FDJ) m.t.

9. Pavel Brutt (FRA-FDJ) m.t.

10. Cyril Gautier (FRA-Europcar) m.t.

General individual:

1. Christopher Froome (GBR-Sky) 55h 22:58

2. Bauke Mollema (HOL-Belkin) a 02:28

3. Alberto Contador (ESP-Saxo Tinkoff) a 02:45

4. Roman Kreuziger (CZE-Saxo Tinkoff) a 02:48

5. Laurens Ten Dam (HOL-Belkin) a 03:01

6. Jakob Fuglsang (DIN-Astana) a 04:39

7. Michal Kwiatkowski (POL-Omega) a 04:44

8. Nairo Quintana (COL-Movistar) a 05:18

9. Jean-Christophe Peraud (FRA-AG2R) a 05:39

10. Joaquín Rodríguez (ESP-Katusha) a 05:48

Al menos, el Movistar arañó buenos minutos en la clasificación por equipos y hasta casi recuperan los cascos amarillos que lucen ahora Contador y sus chicos del Saxo. Todos ellos viajaron en el pelotón, lejos de las disputas, al tran tran tranquilo de los Sky, que gozaron de un respiro pese al calor que quemaba las voluntades. Iban todos juntitos a tren, sin impaciencias por primera vez en este Tour, en el que las certidumbres de cada día entran en crisis cada tarde para volver a reafirmarse a la mañana siguiente, es decir, hoy, antes del Ventoux del que se espera una sentencia. ¿Está débil Froome como su equipo, como aparenta o como sospechan algunos rivales? ¿El ataque del abanico con el que el Saxo remachó el trabajo de Belkin y Omega significa que el mejor Contador está de vuelta o simplemente una diversión, un golpe psicológico? De eso se hablaba ayer camino de Lyon sin viento y sin ganas, y, como lo describió Portal, el director del Sky, de la sola transparencia de Quintana y Purito, los únicos que saben qué pueden hacer.

Contador, al hablar, huyó de las certidumbres (no puede, después de unos Pirineos duros) y también de la duda (no debe, después de sus abanicos), describió el Ventoux que él conoció, sobrado, defendiendo el tercer puesto de Armstrong de los ataques de los hermanos Schleck (el día que ganó Gárate), en el Tour de 2009, previó ataques por todas partes y solo deseó que las piernas le funcionaran bien. Pero, en realidad, ¿qué piensa? ¿Qué se puede esperar de él?

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