Isco gobierna y Morata marca

Un tanto del delantero del Madrid tras una jugada soberbia por la banda izquierda mete al conjunto de Lopetegui en las semifinales

Morata marca el gol para España MIGUEL ANGEL MORENATTI (DIARIO AS)

El pulso que sostienen España y Alemania por la hegemonía del fútbol europeo bajaba ayer un escalón con la confrontación entre sus selecciones sub 21. Con una idea de juego similar, con una búsqueda del talento en la formación, había expectación por ver cuál de los dos viveros se imponía. Se impuso España, gobernada por Isco, equilibrada por Illarramendi y asegurada por Íñigo Martínez y Bartra. Sobre ese armazón y algunos detalles de Thiago y Tello, los españoles hicieron suyo la mayor parte del encuentro, rematado por Morata, decisivo otra vez para ponerle gol a la superioridad desde el toque...

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El pulso que sostienen España y Alemania por la hegemonía del fútbol europeo bajaba ayer un escalón con la confrontación entre sus selecciones sub 21. Con una idea de juego similar, con una búsqueda del talento en la formación, había expectación por ver cuál de los dos viveros se imponía. Se impuso España, gobernada por Isco, equilibrada por Illarramendi y asegurada por Íñigo Martínez y Bartra. Sobre ese armazón y algunos detalles de Thiago y Tello, los españoles hicieron suyo la mayor parte del encuentro, rematado por Morata, decisivo otra vez para ponerle gol a la superioridad desde el toque. El tanto le dio a España la clasificación para las semifinales. El miércoles se jugará con la potente Holanda el primer puesto del grupo.

ALEMANIA, 0 - ESPAÑA, 1

Alemania: Leno; Sorg, Ginter, Thesker, Jantschke; Rode (Can, m. 70), Rudy (Rüdiger, m. 81), Holtby; Clemens, Volland y Hermann (Lassoga, m. 63). No utilizados; Horn, Baumann; Sobiech, Mustafi, Kolasina, Funk y Polter

España: De Gea; Montoya, Bartra, Íñigo Martínez, Moreno; Thiago, Illarramendi, Koke; Tello (Muniain, m. 85), Rodrigo (Morata, m. 72), e Isco (Camacho, m. 88). No utilizados: Joel, Mariño; Carvajal, Nacho, Muniesa, Álvaro, Sarabia y Álvaro Vázquez.

Gol: 0-1. M. 85. Morata, tras una gran jugada individual.

Árbitro: Pavell Gill (Polonia). Amonestó a Rode, Hermann y Koke.

Unos 10.000 espectadores en el Netanya Stadium.

El gol de Morata respondió a una de las maniobras que mejor maneja. Recibió de espaldas a 30 metros del área, aguantó la embestida de Rüdiger a la vez que con el exterior del pie hizo un control orientado para girarse y salir a la carrera. Rüdiger volvió a sucumbir ante la zancada de Morata cuando se disponía a pisar área vencido a la izquierda y superó al cuestionado Leno por su palo. Le ha dado resultado a Lopetegui en los dos partidos el trabajo de zapa de Rodrigo antes de dar entrada a Morata, pero acciones como las de anoche son de las que reclaman la titularidad. Rodrigo es un rematador puro de área, de brega y buenos desmarques. Morata, sin tanta intensidad, es más futbolista fuera del área con el balón en los pies, lo que no deja de ser un plus para una selección que una vez más fue dueña de la pelota gobernada por Isco.

La ascendencia que tuvo Isco sobre el juego tiene que ver con esa autoconfianza que le ha hecho romper en un futbolista determinante esta temporada. Juega sintiendo que cualquier recurso que utilice le saldrá. Está tan de dulce que hasta le salen caños sin querer. Al menos cuatro se le contabilizaron anoche. No hubo futbolista alemán capaz de arrebatarle la pelota. Ni por derecha, ni por izquierda, ni por el centro. O se iba con ese poderoso cambio de ritmo que acompaña su primer paso tras recibir, o se apoyaba en alguna pared o jugaba con la cintura de los alemanes cambiándose el balón de pie o volviendo sobre sus pasos y girándose. No hubo manera para Alemania de frenar a un futbolista sobre el que gravitó el partido. Porque cuando no fue con el regate, Isco hizo daño como filtrador de pases. Uno de ellos lo cazó Rodrigo, al que el regate sobre Leno le escoró demasiado y no pudo marcar a puerta vacía. Poco antes, Thiago, tras una mala entrega de Hermann en las inmediaciones del área, estrelló el balón en la madera con una rosca cruzada. La hegemonía de Isco en el juego también ha sometido a Thiago, que entra menos en contacto con la pelota, aunque si cada una de las participaciones como las de ayer tiene sentido es imprescindible para el engranaje del equipo. Igual que Tello, un tanto apagado en el primer tiempo, pero con mucho desborde en el segundo. Le faltó un poco de tacto en los pases, pero castigó a Jantschke cada vez que le encaró en los minutos finales.

Apenas hubo rastro de Alemania. Ni del talento de Holtby, ni del mando de Rudy. En ese pulso individual que también se daba Isco, se impuso por juego y Morata con un gol de mucha clase.

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