Cristiano dispara el cuentakilómetros

El delantero viaja con Portugal a Azerbaiyán para “ayudar” a pesar de estar sancionado

Cristiano, en el entrenamiento de Portugal.YURI KOCHETKOV (EFE)

“Estar en la selección es muy importante para mí. Me gusta estar con mis compañeros en cuerpo y alma”, espetó Cristiano Ronaldo cuando le preguntaron por lo insustancial de su viaje a Azerbaiyán. El capitán portugués vio ante Israel su tercera amarilla en la fase de clasificación para el Mundial 2014 y no podrá disputar el duelo del grupo F que enfrenta esta tarde a azerbaiyanos y portugueses en Bakú, pero aun así y a pesar de arrastrar también unas molestias musculares, Cristiano no ...

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“Estar en la selección es muy importante para mí. Me gusta estar con mis compañeros en cuerpo y alma”, espetó Cristiano Ronaldo cuando le preguntaron por lo insustancial de su viaje a Azerbaiyán. El capitán portugués vio ante Israel su tercera amarilla en la fase de clasificación para el Mundial 2014 y no podrá disputar el duelo del grupo F que enfrenta esta tarde a azerbaiyanos y portugueses en Bakú, pero aun así y a pesar de arrastrar también unas molestias musculares, Cristiano no se bajó de la expedición. “Lo fácil habría sido huir en avión y volver con mi club, pero creo que puedo contribuir también sin jugar”, afirma rotundo el punta.

La selección de Paulo Bento está en una delicada situación clasificatoria (tercera con ocho puntos) y su emblema quiere sumar aunque sea desde la grada. Su patriotismo le costará eso sí recorrer casi 11.000 kilómetros en apenas una semana. Tras un corto vuelo entre Madrid y Lisboa, viajó desde la capital portuguesa a Tel Aviv: 4.013 kilómetros para jugar ante Israel. De allí voló hasta Bakú, 1.638 km más. Y aun le quedan otros 4.966 km desde la capital de Azerbaiyán hasta Lisboa y de nuevo a Madrid.

Cuando el viernes pasado Cristiano hizo una falta en el centro del campo y desplazó el balón, lo que le valió la amonestación por parte del francés Lannoy, todos los lusos torcieron el gesto y auguraron el regreso de su estrella a Madrid para descansar y entrenarse con normalidad desde el lunes a las órdenes de Mourinho, pero se equivocaron.

“Esta vez ayudaré desde fuera. Cada vez tenemos más presión y no podemos fallar. Hay que ir con ambición”. Palabra de un capitán que no abandona el barco.

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