De las dudas a la final

Barça y Valencia, que llegaban con la mosca detrás de la oreja, han vuelto a demostrar que no hay mejor torneo que la Copa para levantar una moral algo alicaída

Los jugadores del Barça y el Caja Laboral pugnan por un reboteADRIÁN RUIZ DE HIERRO (EFE)

Si había dos equipos que llegaban a Vitoria con la mosca detrás de la oreja, estos fueron Barcelona y Valencia Basket. Los azulgrana, a pesar de su mejora en las últimas semanas, tenía un camino endiablado hasta la final, con el gran favorito Real Madrid a las primeras de cambio y seguramente el anfitrión si superaban el escollo blanco. El Valencia, por su parte, no hacía soñar en exceso a sus aficionados después de haber encadenado cuatro derrotas consecutivas en la Liga Endesa (a sumar una más en la Eurocup) lo que es cicuta para la confianza. Dos partidos después, estos dos equipos jugarán ...

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Si había dos equipos que llegaban a Vitoria con la mosca detrás de la oreja, estos fueron Barcelona y Valencia Basket. Los azulgrana, a pesar de su mejora en las últimas semanas, tenía un camino endiablado hasta la final, con el gran favorito Real Madrid a las primeras de cambio y seguramente el anfitrión si superaban el escollo blanco. El Valencia, por su parte, no hacía soñar en exceso a sus aficionados después de haber encadenado cuatro derrotas consecutivas en la Liga Endesa (a sumar una más en la Eurocup) lo que es cicuta para la confianza. Dos partidos después, estos dos equipos jugarán la gran final (19h, La 1) lo que vuelve a demostrar que no hay mejor torneo que la Copa para levantar una moral algo alicaída.

Llegados a este punto, el Barcelona cuenta con el favor de los pronósticos. Varias circunstancias lo sustentan, que van desde la mera contemplación de su poderosa plantilla hasta el tremendo rearme moral que le debe provocar las dos grandes victorias logradas, pasando por el mejor ajuste fino de jugadores como Marcelinho o Mickeal y también de rotaciones que ahora parecen encajar mejor. Por si esto no fuese suficiente, Juan Carlos Navarro reclama foco justo en el momento preciso. Decía Nocioni ayer: “A Navarro se la das, y la mete”. Sencillo. Pero solo para un jugador estratosférico como Juan Carlos. Parece lejos de su mejor movilidad, acosado ya desde tiempo inmemorial por todo tipo de problemas físicos, pero a la hora de la verdad, se las ingenia para dejar una actuación marca de la casa. Como no hay mejor medicina para el Barcelona que ver a Navarro enchufado y enchufando, sus buenas actuaciones tienen efecto doble. El de su mera actividad y la confianza que propaga sobre sus compañeros.

El Barça cuenta con el favor de los pronósticos, la afinación de Huertas y Mickeal, y con Navarro

A todo esto tendrá que atender el Valencia Basket, que hasta ahora ha vivido un torneo muy plácido. Se aprovechó del bajonazo que le supuso al Estudiantes la baja de English y en la semifinal ahogó sin muchos problemas a un discreto Herbalife al que le pudo venir grande el partido, o llegó ya satisfecho al encuentro después de su primera victoria en una copa, o simplemente le salió un mal partido, o un poco de cada cosa. El caso es que sin un desgaste excesivo, sobre todo mental, el Valencia se ha plantado en la final, lo que puede agradecer hoy ante el poco tiempo que tendrán de descanso. Tiene un equipo competente entre manos Perasovic y ahora que han recuperado a Ribas, puede presentar batalla con jugadores contrastados como Rafa Martínez, Doellman, Kelati y Faverani, su mejor hombre hasta el momento.

Si bien a un playoff largo las opciones del Valencia serían más discutibles, esto es la Copa, y como dice el tópico, a un partido todo puede pasar. Por si acaso, Xavi Pascual, entrenador azulgrana, lo recordó nada más terminar el partido frente al Caja Laboral. Cuestionado sobre sus preferencias ante la final de hoy, técnico respondió. “No tengo. Será duro porque con ambos (Valencia y Herbalife) ya hemos perdido este año”. Seguramente los valencianos lo recordarán también para apuntalar su moral y asaltar una empresa que, ante el crecimiento azulgrana, parece objetivamente muy complicada.

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