Otro momento para Carvalho

El central recupera protagonismo en el Madrid pese a que Mourinho dijo no contar con él

Carvalho disputa un balón a Banega ante la presencia de Marcelo.A. MARTIN (EFE)

Cuando José Mourinho le comunicó a Ricardo Carvalho su intención de llevarle con él al Madrid, vino a decirle que a sus 32 años le alargaría su carrera deportiva dos o tres años más. Le razonó el técnico portugués que la menor exigencia física que la Liga demanda a los centrales respecto a la Premier le permitiría competir a buen nivel en España.

El fichaje de Carvalho formó parte de la estrategia del técnico portugués para instaurar con celeridad su metodología y estructura defensiva. Quería un futbolista de su confianza para una posición delicada. “Carvalho es un buen jugador, pero ti...

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Cuando José Mourinho le comunicó a Ricardo Carvalho su intención de llevarle con él al Madrid, vino a decirle que a sus 32 años le alargaría su carrera deportiva dos o tres años más. Le razonó el técnico portugués que la menor exigencia física que la Liga demanda a los centrales respecto a la Premier le permitiría competir a buen nivel en España.

El fichaje de Carvalho formó parte de la estrategia del técnico portugués para instaurar con celeridad su metodología y estructura defensiva. Quería un futbolista de su confianza para una posición delicada. “Carvalho es un buen jugador, pero tiene una edad en la que, si alguien quiere construir un equipo para el futuro, no puede pensar en él. Pertenece al momento actual. Necesitamos a un jugador con experiencia en una zona crucial del campo”, dijo entonces.

Dos años después, el momento actual al que Mourinho se refería en ese verano de 2010 parecía haber caducado. Sin embargo, la sanción de Ramos y la lesión de Pepe le han devuelto a la titularidad. En las rotaciones que Mourinho dispuso para salir a jugar en Pamplona se detectó que Carvalho ha vuelto a ocupar un lugar importante en sus planes a corto plazo. En el Reyno de Navarra, el central portugués se sentó en el banquillo junto a Benzema y Özil, señal inequívoca de que jugaría ante el Valencia en Copa, una competición ahora prioritaria para el mánager.

En un momento tan delicado como el que atraviesa, Mourinho ha recurrido a un futbolista de su confianza, aunque Carvalho no comparta su sentido de clan. De los portugueses, es el más independiente, aunque también esté representado por Jorge Mendes. En el periodo de ostracismo que ha atravesado, ha reafirmado la fama de profesional que le acompaña. Se ha dedicado a entrenarse sin hacer ruido. Ya respondió a la confianza de su entrenador con una buena actuación en el partido de vuelta de los octavos de final ante el Celta. El martes, frente al Valencia, estuvo sólido en el juego aéreo y se empleó con eficacia en varios cruces decisivos.

Es un jugador con calidad y con mercado. Es una decisión suya si quiere continuar jugando al fútbol" José Mourinho

Físicamente, Carvalho acusa la inactividad —solo seis partidos este curso— y sus problemas de espalda. A sus 34 años, siente el desgaste de partidos tan exigentes como el que disputó ante la Real Sociedad, en el que el Madrid jugó con un futbolista menos durante más de una hora. Al término de este encuentro, su primero como titular en esta Liga, Carvalho terminó tan exhausto que pidió permiso para saltarse un entrenamiento. La consolidación de la pareja Ramos-Pepe el curso pasado durante una larga ausencia por una lumbalgia precipitó su paso a un segundo plano. Aunque eso no evitó que el mánager le prolongara el curso pasado el contrato por un año más, en lo que se interpretó como una concesión a un futbolista que ha desarrollado gran parte de su carrera a su sombra.

Este verano, con esa temporada más firmada, Mourinho aseguró: “Ricardo no forma parte de nuestros planes para este curso. Tenemos cuatro centrales, pero es un jugador que tiene contrato y tenemos que respetarlo. Es un jugador con calidad y con mercado. Es una decisión suya si quiere continuar jugando al fútbol o quedarse en el Real Madrid y cumplir sus condiciones contractuales, y terminar prácticamente su carrera deportiva”.

Carvalho sonó como refuerzo para el Milan, pero prefirió quedarse incluso sabiendo que Albiol y Varane le habían adelantado como alternativas a la pareja de centrales titular. Su ficha, al llegar libre del Chelsea, no anda lejos de la de Ramos y Pepe. Tan fuera del Madrid estaba Carvalho, que ni siquiera realizó la gira por Estados Unidos y se ejercitó con el Castilla en más de una ocasión. Incluso tuvo que aceptar el 11 como dorsal porque Varane había heredado el 2 que él había lucido en sus dos primeras temporadas como central blanco. Con el dorsal que sea, Carvalho ha vuelto y hoy es un sostén inesperado.

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