El Celta paga su parsimonia

Un gol de Roger en el último minuto aúpa al Levante (1-1) y deja sin protagonismo la buena interpretación de los gallegos

Juanfran lucha la pelota con Iago AspasSalvador Sas (EFE)

Poco importa si con el guion bien aprendido se firma una interpretación adecuada, con momentos de esparcimiento, si después se olvida dar por concluido el acto. Al Celta, dominador de la mayor parte del argumento, se le nubló el último acto ante el Levante, que aprovechó su escena final para voltear al protagonista.

A pesar del gran partido de Aspas, bien secundado por Krohn-Dheli, y del gol de De Lucas a pase del delantero gallego, al Celta se le atragantó el último minuto, cuando Roger reclamó su minuto de gloria para firmar un empate que agiganta al Levante, por más que nunca se sint...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Poco importa si con el guion bien aprendido se firma una interpretación adecuada, con momentos de esparcimiento, si después se olvida dar por concluido el acto. Al Celta, dominador de la mayor parte del argumento, se le nubló el último acto ante el Levante, que aprovechó su escena final para voltear al protagonista.

A pesar del gran partido de Aspas, bien secundado por Krohn-Dheli, y del gol de De Lucas a pase del delantero gallego, al Celta se le atragantó el último minuto, cuando Roger reclamó su minuto de gloria para firmar un empate que agiganta al Levante, por más que nunca se sintiera cómodo en la película.

CELTA, 1 - LEVANTE, 1

Celta: Javi Varas; Hugo Mallo, Cabral, Túñez, Roberto Lago; Oubiña, Álex López (Bustos, m. 75); Augusto, De Lucas (Bermejo, m. 66), Krohn-Dehli; Iago Aspas (Park, m. 84). No utilizados: Sergio Álvarez, Toni, Vila y Bellvis.

Levante: Munúa; Lell, Ballesteros, David Navarro, Juanfran; Diop (Roger, m. 78), Iborra; El Zhar (Ángel, m. 58), Barkero, Juanlu (Míchel, m. 70) y Martins. No utilizados: Navas, Rubén García, Pallardó y Pedro López.

Goles: 1-0. M. 37. De Lucas. 1-1. M. 89. Roger.

Árbitro: Estrada Fernández. Amonestó a Ballesteros, Juanlu, Diop, Augusto, Bermejo y Cabral.

Balaídos, unos 26.000 espectadores.

Más pausado, el Celta controló la pulsión de un partido en el que cabían sobresaltos puntuales. La habilidad de Martins para doblar una baldosa era un riesgo demasiado elevado como para operar cerca del nigeriano. Su presencia condicionó la posición de los centrales gallegos, pendientes del arranque de la carrera del africano, porque en el tramo intermedio no hay competición posible.

La presencia de Oubiña para el Celta liberó a Augusto Fernández y a Krohn-Dheli, un extremo, el danés, que solo asoma por la banda para cuadrar el rombo. No intentó el conjunto granota oponer resistencia en el tráfico del balón, pero sí estableció aranceles por el camino. Solo Barkero, necesitado de socios para intercambiar alguno de sus pases, pareció mantener la calma a pesar de no encontrar con quien departir sobre el asunto. Nada que ver con el despliegue del Celta, con Aspas como punta y referencia, aunque para eso no haga falta estar alejado de lo que sucede por detrás.

Sin mayor argumento que las jugadas a balón parado, el Levante consiguió precisamente a partir de una falta que golpeó en la barrera el gol del empate. Un saque de Míchel que tras pasar por Barkero volvió a este, que se lo regaló a Roger. Una triangulación que apagó el ánimo del Celta, consciente de que a pesar de su protagonismo, ese gol le sacó de la pantalla.

Sobre la firma

Archivado En