“Estamos en racha”

Los jugadores madridistas celebran el gran partido de Karim, “un futbolista extraordinario”

Benzema y Özil festejan el gol del alemán.SUSANA VERA (REUTERS)

“Hoy le he podido dedicar un gol a Özil”, dijo Sergio Ramos mientras se dirigía a las duchas. “La última vez que lo intenté pasábamos por una mala época pero ahora estamos en una buena racha. Y el fútbol son rachas”.

El segundo capitán habló con su serenidad habitual después de una de esas goleadas que ya van siendo rutina en Chamartín. Primero, un par de goles de rebote, en propia meta, o a balón parado. Después, una lluvia de contragolpes y de remates sobre el adversario. A Ramos le tocó meter el 2-0 a la salida de una falta lanzada por Özil. Su cabezazo, inclinándose, a un metro del ...

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“Hoy le he podido dedicar un gol a Özil”, dijo Sergio Ramos mientras se dirigía a las duchas. “La última vez que lo intenté pasábamos por una mala época pero ahora estamos en una buena racha. Y el fútbol son rachas”.

El segundo capitán habló con su serenidad habitual después de una de esas goleadas que ya van siendo rutina en Chamartín. Primero, un par de goles de rebote, en propia meta, o a balón parado. Después, una lluvia de contragolpes y de remates sobre el adversario. A Ramos le tocó meter el 2-0 a la salida de una falta lanzada por Özil. Su cabezazo, inclinándose, a un metro del suelo, y en el área pequeña, fue la consecuencia clamorosa de un error defensivo que Marcelo Bielsa, el técnico del Athletic, saludó con un ataque de furia desde el banquillo. Los aullidos de Bielsa se oyeron hasta la Plaza Mayor.

Hoy le he podido dedicar un gol a Özil Sergio Ramos

“Las diferencias fueron insalvables”, reconoció Bielsa, clavando la mirada en un punto indeterminado, conteniéndose. “Nosotros ofrecimos esfuerzo, deportividad, y cierto orden, pero con cada pelota que perdíamos, fuera en el lugar que fuera, las consecuencias eran una situación de peligro para nuestro arco. Ese fue el resumen del partido. El equipo nuestro jugó al límite de sus posibilidades en las respuestas que tienen que ver con lo físico y lo anímico. Nosotros intentamos jugar y cada pelota perdida, salvo las que perdimos en el área rival, que fueron muy pocas, fueron situaciones de peligro para nuestro arco. No hubo forma de que equilibráramos el partido. No pudimos neutralizar nada de lo que el rival intentaba”.

El ayudante de José Mourinho, Aitor Karanka, explicó que gracias al discurso que su jefe pronunció en el descanso el Madrid pudo reactivarse tras un momento de dudas. “Lo mejor ha sido esa intensidad hasta el final”, comentó, “pero cuando hemos metido el 3-0 hemos tenido una fase en la que llegó el 3-1 y pudo llegar el 3-2. Entramos en una dinámica peligrosa y lo hablamos en el descanso. En el segundo tiempo hemos estado muy sólidos en defensa, y cuando te defiendes bien y atacas como nosotros lo hacemos llegan los goles”.

Jugamos al límite, pero las diferencias han sido insalvables Marcelo Bielsa

“Nosotros desde hace tiempo sabemos que esto es lo que hay”, dijo Karanka, impasible durante su comparecencia, sobre la persecución de un Barça al que no pueden recortarle los ocho puntos de ventaja. “Ya sabemos que no podemos fallar y esto es muy largo. Ya se verá al final. Vamos partido a partido”.

Respecto al gran partido de Benzema, el técnico auxiliar se mostró bastante tibio: “Karim no solo ha hecho grandes cosas hoy. Ya sabemos lo que aporta: pases movimientos arriba... Se asocia muy bien, sale de los espacios a buscar el balón, a tocar y apoyar. Ha hecho centros y remates. Lo ha hecho muy bien”.

Benzema no solo ha hecho grandes cosas hoy: aporta movimientos, pases... Aitor Karanka

“No es la primera vez que Benzema hace un partido como este”, dijo Arbeloa. “Karim es un jugador extraordinario. Ahora lo que debemos hacer es pensar en el partido contra el City, que también ha goleado en la Liga inglesa”. Morata se confesó emocionado. “Ha sido increíble escuchar al Bernabéu cantar mi nombre”, dijo, tras la primera ovación que le brindaba Chamartín. “Lo daré todo cada vez que disponga de minutos. Mientras tanto, trato de aprender de Benzema y de Higuaín, que son dos de los mejores delanteros del mundo”.

“Queríamos más”, dijo el entusiasta Callejón. “Hemos estado disfrutando nosotros mismos y hemos querido darle una alegría a la afición”.

Los jugadores del Madrid dicen que se divirtieron y expresaron la felicidad en sus rostros. El reverso de la fiesta fue la amargura de Bielsa cuando le preguntaron qué le pasa a su Athletic que se ha deprimido. “Un entrenador”, explicó, “debe lograr que un porcentaje alto del grupo que maneja esté cerca de su máximo potencial en cuanto a virtudes expresadas en el campo durante un tiempo prolongado. Eso fue lo que conseguimos el año pasado y lo que no estoy consiguiendo este año. No lo consigo y ahí hay una gran responsabilidad personal”.

Cánticos para Llorente y Morata

Salió el Athletic como un torrente y el dique que le puso freno no fue la defensa del Madrid. Fue Benzema. Con cada balón que tocó, el francés hizo magia. De regreso a la punta del ataque después de dos semanas ausente por lesión, el atacante añadió a su talento la cuota de decisión que a veces le falta para desplegar su potencial de gigante. Comenzó por darle coherencia a los ataques madridistas y acabó por provocar el primer gol. Modric lo buscó con un pase de 60 metros, y ahí donde la mayoría habrían tenido dificultades, en el control de esa bala, Benzema la amansó en su empeine y enfiló a la portería de Iraizoz. Tanto ímpetu le puso al corte el alarmado Aurtenetxe que cuando metió el pie para evitar el remate lo que hizo fue rematar él mismo. El balón describió un globo y superó al portero.

Benzema tiró a puerta con más determinación que otras veces. Lejos de comportarse como un diez, o como un nueve y medio, papeles que le agradan, actuó con un poco más de egoísmo. Su tercer disparo a puerta fue gol. Fue el 3-0. Recibió un pase corto de Callejón en la esquina del área, y como estaba de espaldas, se giró sobre sí mismo antes de rematar con la zurda al segundo palo. Un latigazo.

Benzema se mereció un homenaje. Pero el público le brindó mayor calor a Fernando Llorente. Cuando pasada la media hora el técnico del Athletic, Marcelo Bielsa, mandó a calentar al riojano, la esquina más poblada por los hinchas del Athletic se entusiasmó: “¡Lloreeeeenteeeeee…!”. Miles de madridistas se unieron al clamor: “¡Lloreeeeenteeeeee…!”.

Al rato, y al hilo de una actuación regular, Benzema dio la asistencia del 4-1. Fue otro caramelo del francés. Pero en el Bernabéu no se oyó apenas su nombre. Solo el de Llorente y el del sustituto de Benzema, Morata, recibido con una andanda de aplausos y una ovación de Ultras Sur.

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