Arrinda y Gescrap, a la greña

La empresa acusa “de abuso de confianza” al propietario del Bilbao Basket a quien le parecen “irrisorios” los argumentos de su patrocinador que pide a la ACB que borre su nombre del equipo

Gorka Arrinda, tras el logotipo de Gescrap durante la rueda de prensa de ayer en Bilbao.luis tejido (EFE)

El presunto culebrón entre Gorka Arrinda, propietario del Bilbao Basket, y la empresa Gescrap, patrocinadora principal del equipo vizcaíno de baloncesto, ha incorporado un tercer miembro al debate, la ACB, que tendrá que decidir si atiende el requerimiento de la empresa de gestión de residuos para que retire su nombre de la nomenclatura del Bilbao Basket o si lo mantiene, como solicita el propietario de la entidad deportiva. Todo es confuso. La empresa sostiene que su acuerdo fue puntual, limitado a la temporada 2011/12, para sacar al club de la crisis en la que movía con un dudoso futuro, o s...

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El presunto culebrón entre Gorka Arrinda, propietario del Bilbao Basket, y la empresa Gescrap, patrocinadora principal del equipo vizcaíno de baloncesto, ha incorporado un tercer miembro al debate, la ACB, que tendrá que decidir si atiende el requerimiento de la empresa de gestión de residuos para que retire su nombre de la nomenclatura del Bilbao Basket o si lo mantiene, como solicita el propietario de la entidad deportiva. Todo es confuso. La empresa sostiene que su acuerdo fue puntual, limitado a la temporada 2011/12, para sacar al club de la crisis en la que movía con un dudoso futuro, o si el acuerdo contemplaba una duración mayor, hasta el final de 2014, según manifestó ayer Gorka Arrinda.

Las discrepancias elevan el tono. Para Gescrap, que insiste en que no hubo contrato alguno, sino un acuerdo de intenciones, Gorka Arrinda ha actuado con “abuso de confianza y manipulación de la realidad”, a lo que Arrinda responde que la actitud de Gescrap “parece mentira” y le resultan “irrisorios sus argumentos”. El desacuerdo es total. Lo único en lo que parecen coincidir ambas partes es en el hecho de que no hay contrato alguno de patrocinio sino un acuerdo de intenciones que ambos acusan de haber incumplido a la otra parte.

Resulta extraño, cuando menos, que aquel acuerdo no se tradujera en un contrato establecido, teniendo en cuenta que las cifras que se barajaban eran de una cuantía importante que en aquel momento salvaron la subsistencia de los hombres de negro sobre el parqué. Gescrap afirma que fueron 400.000 euros en 2011 y 1.100.000 euros en 2012 y señala que cuando envió a Bilbao Basket ese acuerdo suscrito por ellos no recibieron respuesta. Solo ante varios requerimientos, el club presentó otros borradores “predatados el 24 de noviembre”, que “aludían a períodos diferentes (hasta 2014/15) y con cifras superiores a 1,5 millones por temporada”.

Las partes no se ponen de acuerdo sobre la duración de un acuerdo que no fue contratado

Sin embargo, Gorka Arrinda reconoce que no hay un contrato firmado, “pero sí un acuerdo consensual con muchísimos testigos” y alude a la presentación del acuerdo entre ambas partes en noviembre del año pasado en Sestao, con el Diputado General de Bizkaia, José Luis Bilbao, de por medio “en la que se exhibió la camiseta hasta la temporada 2014/15”. Sin embargo, Gescrap considera que aquella escenificación mezcló circunstancias diversas. “La rueda de prensa y las camisetas fueron preparadas por el club, y se habló de relaciones del club con la Diputación que nada tienen que ver con Gescrap”.

Como si de un debate a distancia se tratase, los argumentos de unos, por la mañana, eran contestados por el otro, por la tarde. Arrinda resumió el asunto “en un problema de tesorería que debe tener la empresa”, lo que explicaría su marcha atrás en el patrocinio según él acordado. También consideró que la empresa “está muy mal asesorada”, mientras la empresa asegura que Arrinda ha realizado “una serie de llamadas y presiones a diversas personas de la empresa y de fuera de ella, en el entorno familiar y de amistades del director general de la compañía para que se pudiese cambiar la situación (...) y en ningún momento negó que el acuerdo hubiese terminado”, afirma en el comunicado.

El Bilbao Basket mientras tanto, ha alterado el pago de nóminas y sueldos para adecuarse a una situación compleja, que puede ser dramática si la razón judicial (destino natural de la actual discusión) no le es favorable.

Los años dorados del baloncesto vasco viven ahora bajo nubarrones. El Lagun Aro perdió la subvención de la Diputación foral guipuzcoana y tuvo que poner en venta a sus mejores jugadores para sobrevivir en la ACB. La situación del Bilbao Basket pende de un hilo. La crisis, sin duda, amenaza con un triple sobre la bocina.

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