La enésima vuelta de tuerca

El Espanyol trata de reinventarse un curso más en medio de una exigencia deportiva cada vez más asfixiante

La plantilla del Espanyol, en una sesión de pretemporada en Peralada (Girona). El central Colotto, a la derecha, es uno de los fichajes.ROBIN TOWNSEND (EFE)

Vive el Espanyol en medio de una travesía constante en la que la custodia económica condiciona el planteamiento deportivo año tras año. Un equilibrio en el que se impone la necesidad contable sobre lo que sucede en el terreno de juego y que evita una programación estable a largo plazo. Esta operación provoca en el club perico una falta de asentamiento dentro de un proyecto al que cada año se le ha de buscar una nueva vuelta de tuerca.

Hipotecado por la factura aún pendiente del estadio de Cornellà-El Prat, la dirección ...

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Vive el Espanyol en medio de una travesía constante en la que la custodia económica condiciona el planteamiento deportivo año tras año. Un equilibrio en el que se impone la necesidad contable sobre lo que sucede en el terreno de juego y que evita una programación estable a largo plazo. Esta operación provoca en el club perico una falta de asentamiento dentro de un proyecto al que cada año se le ha de buscar una nueva vuelta de tuerca.

Hipotecado por la factura aún pendiente del estadio de Cornellà-El Prat, la dirección del club blanquiazul, con Ramón Planes, su director deportivo, a la cabeza, ha tenido que remendar de nuevo una plantilla rematada la pasada temporada con jugadores como Coutinho, Weiss o Dídac, futbolistas con mucha proyección que, sin embargo, vuelven a sus clubes de origen (Inter, Manchester City y Milan) una vez alcanzada su fecha de caducidad. Tan solo el paso firme de su técnico, Mauricio Pochettino, especializado en aprovechar los recursos de una cantera en la que siempre tiene un ojo puesto, parece haber sostenido a un equipo al que su afición le exige en ocasiones retos demasiado ambiciosos y que terminan por bloquearle en el tramo final del campeonato.

El capitán perico deberá ejercer una temporada más como el eje principal del equipo

A pesar del baile de nombres, el técnico argentino ha apostado por una misma idea de juego sostenida en la querencia por el balón. Un papel al que progresivamente ha ido sumando a jugadores del filial como Cristian Gómez, que tras la salida de Javi Márquez y de Romaric podría desempeñar un papel principal en el centro del campo junto a Verdú. El capitán perico deberá ejercer una temporada más como el eje principal de un equipo que sigue necesitando de su imaginación para descorchar los partidos.

Con la llegada de los veteranos Colotto y Capdevila tras la salida de Dídac y Jordi Amat, la defensa también sufrirá varios cambios. El buen papel de Héctor Moreno en la zaga podría obligar a que Raúl Rodríguez, otro de los canteranos que se ganó el puesto en el once titular, se viera relegado al lateral derecho, donde ya participó en varias ocasiones en una posición sin dueño aparente. El último en llegar ha sido Simão, experiencia para la banda y para el vestuario.

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