Al ‘sprint’ en Royal Lytham

El Open Británico que empieza hoy simboliza el desgobierno del golf: tras 15 ganadores de grandes diferentes, nadie es favorito

Tiger Woods, ayer en Royal Lytham.PETER MUHLY (AFP)

“El golf se ha convertido en un sprint en lugar de ser un maratón”. El irlandés Padraig Harrington, doble ganador del Open Británico (2007 y 2008), recurre al atletismo a las puertas de los Juegos Olímpicos para explicar qué ha cambiado en su deporte en los últimos cuatro años. Según Harrington, hay 100 golfistas en la actualidad capaces de ganar un torneo. Y 50 con posibilidades de vencer en un grande. Cualquiera que enlace unas buenas tardes puede auparse a lo más alto, nada que ver con otras épocas en los que cada triunfo con mayúsculas exigía muchas horas de sufrimiento.

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“El golf se ha convertido en un sprint en lugar de ser un maratón”. El irlandés Padraig Harrington, doble ganador del Open Británico (2007 y 2008), recurre al atletismo a las puertas de los Juegos Olímpicos para explicar qué ha cambiado en su deporte en los últimos cuatro años. Según Harrington, hay 100 golfistas en la actualidad capaces de ganar un torneo. Y 50 con posibilidades de vencer en un grande. Cualquiera que enlace unas buenas tardes puede auparse a lo más alto, nada que ver con otras épocas en los que cada triunfo con mayúsculas exigía muchas horas de sufrimiento.

El Open Británico que hoy comienza es la mejor muestra de lo impredecible que se ha vuelto el golf: los 15 últimos ganadores de un grande son diferentes, y entre ellos se han colado jugadores sin apenas pedigrí. Nadie repite triunfo precisamente desde Harrington en 2008. De ahí que cualquier pronóstico ante el campeonato británico es un puro tiro al aire.

Tiger Woods, al frente de las quinielas, es el eslabón con una época en que el golf entendía de dueños

Al frente de las quinielas está Tiger Woods, una candidatura sustentada en su nombre y sus tres triunfos de esta temporada en el circuito estadounidense. Su última Jarra de Plata data de 2006. Al Tigre se le ve contento con su entrenador, Sean Foley, pero no con el “alto y espeso rough” de Royal Lytham, un campo minado con 205 búnkers y greens pequeños.

Woods es el eslabón con una época en que el golf entendía de dueños. El Tigre saldrá hoy al verde con Sergio García, uno de los siete españoles que intentarán honrar la memoria de Severiano Ballesteros (y en algunos casos hacer méritos para la Copa Ryder). Jiménez, Quirós, Fernández-Castaño, Cabrera, Larrazábal y Cañizares buscan recuerdos y sensaciones en el campo en que el genio cántabro ganó su primer Open (1979, aquel con el maravilloso golpe desde el aparcamiento en el hoyo 18) y su tercero y último, también su quinto grande (1988). Seve es la inspiración no solo española, sino también inglesa. “Usaba el juego corto para salir de los problemas. Yo tengo grandes habilidades para meter la bola sin importar cómo estoy jugando, y eso es lo que hizo Seve para ganar el Open en 1988”, explica Luke Donald, número uno mundial.

El Tigre saldrá hoy al verde con Sergio García, uno de los siete españoles que intentarán honrar la memoria de Severiano Ballesteros

Sergio García regresa además el inicio, a la hierba donde jugó su primer major, como amateur en 1996. Desde entonces nadie en el circuito acumula más tiros al palo: 17 clasificaciones entre los 10 primeros, ningún primer puesto. El castellonense es uno de los aspirantes al trono. Como Lee Westwood, Donald y McIlroy, a cuestas todos con una deuda histórica: ningún británico gana el Open desde Tony Jacklin en 1969. Fue uno de los dos únicos europeos que ha ganado en Royal Lytham. El otro, inolvidable, fue Seve.

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