La lluvia le echa una mano a Bautista

El español logra su primera ‘pole’ en MotoGP ayudado por la lluvia

Álvaro Bautista, en SilverstoneGEOFF CADDICK (EFE)

Había logrado la pole en más ocasiones, concretamente 17 veces (8 en 125cc y 9 en 250cc), pero la de este sábado en Silverstone era la primera en MotoGP, así que no pudo esperar y mientras sus colegas hablaban para los medios internacionales él abría esa caja en forma de casco donde se escondía su premio: un reloj, un Tissot, edición limitada, por supuesto. “¡Es que es diferente! Siempre que lo veía de reojo cuando yo ganaba uno de los otros pensaba, ‘vaya, yo quiero tener ese reloj’. El de MotoGP tiene la esfera más grande y es táctil”, dice Álvaro Bautista. Y empieza a asimilar el l...

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Había logrado la pole en más ocasiones, concretamente 17 veces (8 en 125cc y 9 en 250cc), pero la de este sábado en Silverstone era la primera en MotoGP, así que no pudo esperar y mientras sus colegas hablaban para los medios internacionales él abría esa caja en forma de casco donde se escondía su premio: un reloj, un Tissot, edición limitada, por supuesto. “¡Es que es diferente! Siempre que lo veía de reojo cuando yo ganaba uno de los otros pensaba, ‘vaya, yo quiero tener ese reloj’. El de MotoGP tiene la esfera más grande y es táctil”, dice Álvaro Bautista. Y empieza a asimilar el logro.

Aunque las cuatro gotas que cayeron sobre el trazado británico a falta de ocho minutos de que finalizara la clasificación le echaron una mano, el éxito, lo dice él y también el director del equipo, Fausto Gresini, no es casual. El tiempo del piloto de Talavera (Toledo) es fruto del trabajo, la constancia y la perseverancia de un chico que ha tenido que ganarse a pulso la moto que pilota desde este año 2012.

En el equipo se merecían una alegría después del año pasado. Espero que cosas como estas les ayuden a motivarse un poco más. No olvidan a Marco"

Fue campeón del mundo de 125cc en 2006 y subcampeón de 250cc en 2007 y 2009; y cuando subió a la categoría reina lo hizo a lomos de una Suzuki con la que sufrió. Como Honda ya hacía tiempo que le había echado el ojo, la desaparición de Marco Simoncelli le abrió de par en par las puertas del equipo satélite de Gresini. Y él, con una moto satélite, ha respondido.

“En el equipo se merecían una alegría después de cómo terminaron el año pasado. Espero que cosas como estas les ayuden a motivarse un poco más. No olvidan a Marco, sé que Fausto le recuerda, pero siento que tiene ganas de encontrar razones para ser feliz”, indica con esa frescura que desprendía con 20 años y conserva a los 27. “Cuando haces bien tu trabajo al final llega un día en que las cosas salen bien”, afirma. Y explica el porqué de su evolución. Fue tras la carrera de Portugal, la tercera del año, cuando se atrevió a pedir cambios y piezas nuevas para poder desarrollarla. Pero como aquel test se canceló, no hubo más remedio que esperar a Montmeló.

Hace un par de semanas probó hasta cuatro horquillas diferentes y terminó cambiando las suspensiones; además, solicitó un cambio en las geometrías de la moto y, por consiguiente, en la distribución de pesos. No parece haber errado. Eso sí, no piensa hoy en la victoria (14.00, T5). “Ahora mismo firmo un podio con los ojos cerrados. Hay que ir poco a poco”.

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