Marta Domínguez vuelve a la pista con mínima olímpica

Marta Domínguez está de vuelta. Tras casi dos años de ausencia de las pistas, desde aquel Europeo de Barcelona donde logró la plata, la palentina no había pisado un tartán. Fue madre, se vio envuelta en la Operación Galgo contra el dopaje, archivada luego, fue elegida senadora por el Partido Popular. No es que todo ello le alejara de la competición, pero, ya recuperada del parto, y con la firme decisión de volver a correr, prefirió dedicarse a un circuito más lucrativo. Desde el pasado invierno ha ido de carrera de 10km en carrera de 10km. Su plan declarado hace ya meses, era otro: volver a co...

Marta Domínguez está de vuelta. Tras casi dos años de ausencia de las pistas, desde aquel Europeo de Barcelona donde logró la plata, la palentina no había pisado un tartán. Fue madre, se vio envuelta en la Operación Galgo contra el dopaje, archivada luego, fue elegida senadora por el Partido Popular. No es que todo ello le alejara de la competición, pero, ya recuperada del parto, y con la firme decisión de volver a correr, prefirió dedicarse a un circuito más lucrativo. Desde el pasado invierno ha ido de carrera de 10km en carrera de 10km. Su plan declarado hace ya meses, era otro: volver a competir en unos Juegos Olímpicos tras la amarga experiencia de Pekín. Ya puede hacerlo, después de lograr la mínima olímpica A, la buena, de 3.000m obstáculos.

Para su vuelta, Domínguez eligió la reunión de Huelva, un vivero de aspirantes españoles a lograr el billete olímpico, y siguió los mismos rituales, cinta rosa en el pelo incluida. Con un tiempo de 9m 24,26s, la palentina acabó segunda, solo superada por la etíope Etensh Diro. Pero la victoria no era lo importante. Lo decisivo era ver si la aspiración olímpica de Domínguez era un brindis al sol. Demostró que no. La subcampeona de Europa está en forma (y aún quedan casi dos meses para los Juegos).

Por allí estaban también los chicos del 1.500, la prueba más disputada del equipo español. Todos menos Arturo Casado, aún en proceso de recuperación. Álvaro Rodríguez, el chico del casi –casi estuvo en los Mundiales de Berlín 2009, casi en los Europeos de 2010-, se impuso a todos ellos con un crono de 3m 34,47s. El vallisoletano ya voló hace una semana en la pista holandesa de Hengelo y con esta victoria no solo demuestra su gran estado de forma sino que apunta su nombre, o más bien lo subraya, a la lista de candidatos a representar a España en Londres 2012 en la prueba con más tradición del atletismo nacional. En esa lista también cobra fuerza David Bustos, segundo (3m 34,77s, mejor marca personal). Sorprendió Manuel Olmedo, el mejor de la distancia en los últimos años, que se hundió en la octava posición, aunque pocos dudan de que renacerá antes del 8 de julio, cuando se da la lista definitiva.

Lejos de Huelva, del pique entre españoles, el atletismo mundial se dio un baño de buenas marcas en Oslo, en la quinta etapa de la Liga del Diamante. Usain Bolt volvió a demostrar que, aunque lejos aún de su mejor versión, es casi imposible batirle. Le ha vuelto a poner a prueba su compatriota Asafa Powell, separado por una calle porque no le gusta correr codo con codo. Powell salió mejor, mucho mejor, y, más importante, aguantó el tirón hasta los 80m, pero en los últimos 20m resurgió el Bolt imbatible: 9,79s (tres centésimas más que su mejor tiempo este año).

La otra gran marca en Oslo es la de la australiana Sally Pearson, la reina de las vallas, igualó su mejor crono del año, 12m 49s con su técnica precisa e inigualable.