Los números de la Liga

El Madrid ha sido el más rematador, Messi el más ofensivo y el Atlético el equipo que más faltas cometió

Messi (der.) se adelanta a Cañas en el partido de la última jornada de Liga.Julio Muñoz (EFE)

En un campeonato tan numérico como el de la Liga, en el que se pasa balance nada más que se baja el telón de la última jornada, se registran multitud de variables que ayudan, en ocasiones, a comprender cuál ha sido su funcionamiento.

Así explica cómo, por ejemplo, Cristiano Ronaldo (46) y Messi (50) han podido pulverizar los registros goleadores de la Liga. El portugués remató más a puerta que el argentino, 252 a 198, igual que lo hizo más el Real Madrid, 713, que el Barcelona, 614. La víctima favorita por ellos, y por el resto de equipos, fue el Racing con 622 remates en total (más de ...

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En un campeonato tan numérico como el de la Liga, en el que se pasa balance nada más que se baja el telón de la última jornada, se registran multitud de variables que ayudan, en ocasiones, a comprender cuál ha sido su funcionamiento.

Así explica cómo, por ejemplo, Cristiano Ronaldo (46) y Messi (50) han podido pulverizar los registros goleadores de la Liga. El portugués remató más a puerta que el argentino, 252 a 198, igual que lo hizo más el Real Madrid, 713, que el Barcelona, 614. La víctima favorita por ellos, y por el resto de equipos, fue el Racing con 622 remates en total (más de 14 por partido). Fue La Pulga, sin embargo, el jugador que más balones perdió con 496, a pesar de tener por detrás a Xavi, de nuevo máximo pasador en Liga con 3.024 entregas. Aun así, Messi encontró, junto con Özil, la manera de prestar el balón a un compañero para que lo embocara. Ambos encontraron la conexión en 16 ocasiones. Aventajó además Ronaldo a Messi en el número de goles marcados de penalti, con 12 sobre 10, ya que el Madrid fue el equipo que más lanzamientos dispuso a lo largo de la temporada. Al otro lado, los que más veces vieron cómo los árbitros señalaban el punto fatídico de sus áreas fueron el Espanyol, Rayo, Athletic y Betis, con ocho indicaciones. El Sevilla y el Villarreal desaprovecharon más que nadie esos lanzamientos al no transformarlos en tres ocasiones cada uno, los mismos que detuvo el Rayo Vallecano y que le colocan como el equipo más temible en las distancias cortas. Aun así, quien más sombra ofreció a los lanzadores fue Roberto, portero del Zaragoza, con 147 intervenciones en su lista particular.

Varios metros más atrás, pero también a balón parado, Cazorla y Beñat han resultado los más efectivos al transformar cuatro lanzamientos de falta. Ha sido precisamente el conjunto de Manuel Pellegrini el que más faltas ha recibido en la Liga, con 642, mientras que, del otro lado, el Atlético es el que más ha cometido, 663, con Gabi como máximo efectivo con 85.

El equipo más amonestado ha sido el Espanyol, con 138 tarjetas

Sin embargo, el más amonestado ha resultado ser el Espanyol, con 138 tarjetas, aunque Casado, del Rayo, fue el futbolista que más cartulinas amarillas vio a lo largo del curso (18). No está, sin embargo, el defensa rayista en el top de los más expulsados. Comparten primer puesto Lanzaro, del Zaragoza, Javi Martínez, del Athletic (equipo al que más córners a favor le señalaron, 263) y Mario, del Betis, con tres tarjetas rojas cada uno. A pesar del triunvirato, fue el Granada el equipo más expulsado del curso con 10, seguido del Zaragoza con nueve.

En cuanto a faltas recibidas, Borja Valero fue el más perseguido del campeonato, con 100 infracciones, a pesar de que quien más castigos obtuvo por las sufridas fue Jesús Navas, que provocó 22 tarjetas amarillas para sus autores, además de registrarse en las estadísticas como el jugador que envió más centros al área, con 291 lanzamientos. En cuanto al buen trato con el balón, y a todo lo contrario, fue Osasuna el que más destacó en ambas facetas, perdiéndolo en 3.862 ocasiones, y recuperándolo en 2.918. Aun así, Chico (Mallorca) fue individualmente el más hábil en adueñarse de la pelota en 291 ocasiones.

Al final los números, fríos, ni consuelan, ni agrandan, solo sostienen la conclusión final, una explicación cálida o helada de lo sucedido dependiendo de la zona a la que se asomen.

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