“Aquí estamos para correr; las chicas, después de las carreras”
Andrea Iannone (Vasto, Italia; 1989) fue uno de esos adolescentes que iba en moto sin casco. Ahora se gana la vida encima de una moto y no se quita el casco ni para discutir con los rivales en caso de refriega, como ocurrió hace unos años en un encontronazo con Pol Espargaró: “Aquello está olvidado, le pedí disculpas, es un gran piloto”.
Pregunta. ¿Qué se compró con el primer dinero que ganó?
Respuesta. Una casa en el mar, en Vasto, mi ciudad. Ni muy grande, ni muy pequeña.
P. Si no hubiera sido piloto de motos, sería......
Andrea Iannone (Vasto, Italia; 1989) fue uno de esos adolescentes que iba en moto sin casco. Ahora se gana la vida encima de una moto y no se quita el casco ni para discutir con los rivales en caso de refriega, como ocurrió hace unos años en un encontronazo con Pol Espargaró: “Aquello está olvidado, le pedí disculpas, es un gran piloto”.
Pregunta. ¿Qué se compró con el primer dinero que ganó?
Respuesta. Una casa en el mar, en Vasto, mi ciudad. Ni muy grande, ni muy pequeña.
P. Si no hubiera sido piloto de motos, sería...
R. No lo sé. Pero un trabajo bastante movido.
P. ¿Qué piloto le ha dado más codazos?
R. Pocos. Yo creo que en las carreras hay que ser correcto hasta el final, aunque siempre es mejor si compiten dos pilotos fuertes, todo tiene más sentido. El que gana porque te saca de la pista no lo hace por haber sido el mejor, sino por haber sido incorrecto. Y eso no es justo.
P. ¿Qué ocurre, no le gustan los sábados?
R. Eso es lo que parece. Pero a mí me gustan los viernes, los sábados y los domingos. Lo que pasa es que me cuesta encontrar la puesta a punto ideal en los primeros entrenamientos.
P. Es el rey de las remontadas...
R. Seguramente el público se divierte mucho, y los amigos se divierten tanto como sufren. También sufro yo. Es bonito ver a un piloto que sale retrasado y cómo va recuperando, es bonito hacerlo, pero preferiría salir más delante, estar cerca y no empezar con la idea de no saber nunca cómo va a terminar todo.
P. ¿Crazy Joe?
R. De pequeño me llamaban Joe y cuando empecé a ir en moto mis amigos me llamaban Joe El loco, porque me caía siempre, dos o tres veces al día, así que es solo la traducción de aquello.
P. ¿Cuánto tiempo tarda en hacerse el tupé?
R. Poco, unos diez minutos, máximo. ¿No es poco? Está mojado, hay que secarlo y darle forma con un poco de laca.
P. Dice que no quiere paragüeras en la parrilla porque le dan mala suerte.
R. Aquí estamos para correr, no se juega con las chicas. Eso, para después de las carreras.
P. ¿Quién era Dario Ambrosini?
R. ¿El primer campeón de 250cc? Felicidades. Pero yo no había nacido.
P. ¿Quién fue el campeón de 250cc en 1989?
R. No lo sé. No recuerdo a quienes ganaron hace años, solo me preocupo de los que ganan ahora que estoy yo aquí.
P. ¿Qué le parece que alguien pague 91 millones por El Grito, el cuadro de Munch?
R. ¿Quién los ha pagado? Un loco...
P. Unos tifosi del Genoa pararon un partido de fútbol. Si unos aficionados molestos por un mal resultado suyo le pidieran el mono, ¿qué haría?
R. ¿A mí? Imposible. Solo decido yo cuándo quitarme el mono. Lo quieran o no unos tifosi. Las cosas no funcionan así. Las motos no son como el fútbol. Hay aficionados de Márquez, pero también me apoyan a mí. En el fútbol, el aficionado del Milan no lo es de la Juve. Por eso son mejores las motos.
P. ¿Cuál es la película que más veces ha visto?
R. Il capo dei capi, la película sobre Totò Riina, de la mafia de la Cosa Nostra.
P. ¿Tiene perros o gatos?
R. Tengo una mujer. Y basta. Los gatos no me gustan. Los perros, sí, pero como no estoy siempre en casa...