MOTOCICLISMO | GRAN PREMIO DE PORTUGAL

Cortese cierra un fin de semana perfecto

Viñales termina segundo tras un adelantamiento al límite del alemán, que logra su primera victoria

Cortese celebra su triunfo en Estoril.MARIO CRUZ (EFE)

En un fin de semana redondo, Sandro Cortese, que había logrado la pole position el sábado, se estrenó con su primera victoria del curso tras un mano a mano con Maverick Viñales, con quien peleó hasta la última curva, no exento de polémica. El piloto alemán, de 22 años, que había terminado en tercera posición en las dos primeras pruebas, culminó así un fin de semana perfecto en el que se apuntó la mejor vuelta dada al trazado portugués (1m, 47,1s), con la que había logrado el mejor tiempo de la clasificación, y logró también el récord del circuito de Estoril (1m, 47,3s), que fue, ademá...

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En un fin de semana redondo, Sandro Cortese, que había logrado la pole position el sábado, se estrenó con su primera victoria del curso tras un mano a mano con Maverick Viñales, con quien peleó hasta la última curva, no exento de polémica. El piloto alemán, de 22 años, que había terminado en tercera posición en las dos primeras pruebas, culminó así un fin de semana perfecto en el que se apuntó la mejor vuelta dada al trazado portugués (1m, 47,1s), con la que había logrado el mejor tiempo de la clasificación, y logró también el récord del circuito de Estoril (1m, 47,3s), que fue, además, la vuelta rápida de la carrera.

Cortese y Viñales, los dos más claros aspirantes al título, el primero más experimentado, el segundo, más dotado, se escaparon del resto de sus rivales a las nueve vueltas de carrera.

Habían llevado pegados al colín a un grupo de pilotos integrado por Luis Salom -a la postre, tercero-, Khairudin, Kent, Vázquez o Oliveira -que se salió de la pista y terminaría abandonando la carrera después de un inicio prometedor, en tercer lugar-, pero pronto impusieron un ritmo que muy pocos soportaron. Desde entonces, y mientras la revelación italiana del campeonato, Fenati -hasta ahora líder del Mundial-, dejaba la carrera por unos problemas mecánicos cuando empezaba a acercarse al grupo en cabeza, Viñales y Cortese se dedicaron a adelantarse uno a otro, a estudiarse mutuamente, a planear la mejor estrategia que les diera la victoria.

A falta de cinco vueltas, el español vio cómo Cortese, que parecía estar evitando pasarle en plena recta impulsado gracias a la potencia de su KTM, le tomaba el interior a final de recta y le pasaba en la primera curva del circuito. Viñales aguardó tras él y comprobó en los siguientes giros que le sería prácticamente imposible ganarle la partida en aquella larga autopista. Y así fue. Aunque hizo el último paso por meta antes del final en primer lugar, el rival volvió a adelantarle en el mismo punto, sacando provecho de su poderosa moto.

Y visto lo visto, el final fue el esperado, solo que los últimos giros llegaron aderezados de una dura batalla, despiadada. Lo intentaría de nuevo Viñales en plena chicane (sucesión de curvas), y quería probar también en la última curva, a la izquierda, la que da paso a la bandera de cuadros. Pero ya no tuvo siquiera la posibilidad. Y no la tuvo porque una maniobra, tan legal como arriesgada, de su contrincante le dejó con la cabeza en otra parte. “Terminado el segundo sector, en la tercera curva, me ha cerrado el paso, no me ha parecido una maniobra muy bonita”, le recriminaría el de Roses. “Iba al límite, pero no creo que hiciera nada incorrecto, tenía el interior ganado; si hubiera cerrado el gas, Maverick hubiera ganado la carrera”, respondería el alemán.

Además de aquello, se sumaron unos invitados inesperados en los últimos segundos: al entrar en la recta por última vez tanto uno como otro tuvieron que lidiar con un numeroso grupo de doblados que estorbaría más a Viñales, por cómo salió de la curva, y le obligó a terminar subido por los pianos. El triunfo da a Cortese el liderato del Mundial, solo dos puntos por delante del español, que espera mejoras de Honda para Le Mans, donde no quiere volverse a ver superado en plena recta y donde espera no ver adelantamientos como el de Portugal. “Lo que ha pasado se queda en la pista; pero si hay que ser sucio, se será”, avisa.

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