CUARTOS DE FINAL DE LA LIGA EUROPA

Histeria en el Valencia

La mala racha en la Liga deja en segundo plano la cita con el AZ

Emery gesticula en la banda en el último partido de LigaJAVIER SORIANO (AFP)

El Valencia es incapaz de sacudirse su identidad maniquea. Es el todo o la nada. Crea ídolos y los destruye. Su mala racha en la Liga ha convulsionado Mestalla. Su derrota ante el Getafe ha vertido más sal en la herida abierta. El Mallorca destapó la caja de los truenos al empatarle (2-2) tras verse dos veces en desventaja. El Zaragoza, una hora con un jugador menos, se llevó los tres puntos (1-2) tras anotar primero el equipo de Unai Emery, que ha perdido en esas condiciones 25 puntos. La pájara ha sido aprovechada por el Málaga para disputarle el tercer puesto y por ahí no traga Manuel Llore...

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El Valencia es incapaz de sacudirse su identidad maniquea. Es el todo o la nada. Crea ídolos y los destruye. Su mala racha en la Liga ha convulsionado Mestalla. Su derrota ante el Getafe ha vertido más sal en la herida abierta. El Mallorca destapó la caja de los truenos al empatarle (2-2) tras verse dos veces en desventaja. El Zaragoza, una hora con un jugador menos, se llevó los tres puntos (1-2) tras anotar primero el equipo de Unai Emery, que ha perdido en esas condiciones 25 puntos. La pájara ha sido aprovechada por el Málaga para disputarle el tercer puesto y por ahí no traga Manuel Llorente.

El presidente del Valencia cuenta los puntos en euros y suspira por la tercera plaza, es decir, por el acceso directo a la Liga de Campeones, que supone 20 millones innegociables para cumplir con el pago de las deudas y para que el equipo siga siendo competitivo. Por eso ha decidido intervenir y dejar en un segundo plano la eliminatoria de la Liga Europa contra el AZ Alkmaar.

Llorente se reunió el lunes con la plantilla y los técnicos para sus cíclicas filípicas: “Los jugadores deben cambiar el estado de ánimo. El pesimismo es el peor enemigo. Deben tener confianza y trasladar al campo su talento. No soy yo quien puede hacerles reaccionar, sino ellos mismos”. Sin embargo, no debió de terminar satisfecho y un día después convocó solo a Albelda, Soldado, Ricardo Costa, Pablo Hernández y Guaita, los pesos pesados, junto al director deportivo, Braulio Vázquez, para que hablaran, ya sin la presencia de Emery, del porqué del bajo rendimiento. “Debemos defendernos más y mejor”, sostuvo el selecto grupo.

Los problemas del Valencia para cerrar los resultados son tangibles. Ha perdido fiabilidad en su área. En la primera parte de la Liga sumó 35 puntos con 29 goles a favor y 20 en contra. Aun así, el empate del Mallorca (1-1) y la remontada del Betis (2-1), siempre en el descuento, así como no pasar de la fase de grupos en la Champions, dispararon las alarmas. Ahora, los marcadores en la segunda vuelta invitan a la reflexión. Tres victorias, tres empates y cuatro derrotas, con 16 goles a favor y en contra, hacen peligrar la participación en la máxima competición europea.

Calificado mil veces de conservador, a Emery se le está cuestionando paradójicamente por sus alegrías ofensivas. Ante el Zaragoza, con 1-1, desprotegió al equipo sin ningún medio defensivo y con seis jugadores de ataque. En un contragolpe, el conjunto aragonés se llevó los tres puntos. Los dardos apuntaron al banquillo. Los mismos que habitualmente le señalaban por lo contrario. A Emery se le estigmatizó en su día por su falta de valentía ante rivales cerrados al no deshacer el pivote del centro formado por Albelda y Tino Costa. Ahora que ha dado vuelo a Parejo, tras el accidente de Banega, es crucificado por imprudente.

Emery ya sabe que le queda presente en el Valencia y ningún futuro. Se ha liberado de corsés y diplomacia hasta el extremo de criticar el escaso apoyo de la afición. Para curarse en salud y contentar a todos se ha llevado a Holanda a toda la plantilla y tiene previsto utilizar el trivote: Albelda o Topal, Costa y Parejo.

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