El paraguazo no es delito

El Ministerio Público considera el incidente que suspendió el Granada-Mallorca un "accidente inesperado e imprevisible"

La Fiscalía de Menores ha archivado el caso del paraguazo que recibió el linier del Granada-Mallorca, el 20 de noviembre, por considerar que no fue un acto premeditado y porque, además, dada las lesiones del colegiado, no existe delito alguno. "Si alguien quiere golpear a otro con dicho instrumento lo hubiera lanzado entero", se asegura en el decreto de archivo, que también resalta que dadas las circunstancias del juego, después de un gol del Granada y en el momento en el que el asistente de Clos Gómez señalaba un córner a favor del equipo de Fabri, parece que el chico estaba agitando los braz...

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La Fiscalía de Menores ha archivado el caso del paraguazo que recibió el linier del Granada-Mallorca, el 20 de noviembre, por considerar que no fue un acto premeditado y porque, además, dada las lesiones del colegiado, no existe delito alguno. "Si alguien quiere golpear a otro con dicho instrumento lo hubiera lanzado entero", se asegura en el decreto de archivo, que también resalta que dadas las circunstancias del juego, después de un gol del Granada y en el momento en el que el asistente de Clos Gómez señalaba un córner a favor del equipo de Fabri, parece que el chico estaba agitando los brazos cuando el paraguas se rompió.

Tras el incidente, que se produjo en el minuto 60 del partido, el asistente tuvo que ser atendido por tener lesiones "superficiales en el pómulo derecho que no necesitaron sutura y una contusión", según explica la fiscalía. El árbitro del partido suspendió el encuentro con 1-0 en el marcador y se reanudó el 6 de diciembre. La suspensión le costó al Mallorca una multa de 6.000 euros y que los últimos 30 minutos del duelo se jugaran a puerta cerrada. Al final, el Mallorca consiguió empatar de penalti.

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Para llegar a esta conclusión el Ministerio Público ha tenido en cuenta el vídeo del incidente y las declaraciones del menor, del director del centro de acogida y de la Policía. El fiscal entiende que el menor se fue del estadio por miedo a las consecuencias y después de ser increpado por el resto de los aficionados que le rodeaban. Cuando abandonó la grada, dejó atrás el mango del paraguas roto. Por esto, la abogacía del estado entiende el incidente como "un evento imprevisible, un hecho fortuito o un accidente inesperado ya que no es habitual que se rompa el mango [del paraguas] y salga despedido" por el simple acto de agitar los brazos "y por lo tanto el menor no podía prever ese resultado tan desproporcionado con la acción".

El linier Javier Aguilar sale del campo ensangrentado junto a Clos Gómez, árbitro del Granada-Mallorca.M. ZARZA
Un menor provoca la suspensión del partido tras herir con un paraguazo al linier