Tarragona pondera sus infraestructuras ante los Juegos Mediterráneos

Tarragona conocerá este sábado al mediodía si es la ciudad elegida para albergar los Juegos Mediterráneos que se celebrarán del 30 de junio al 9 de julio del año 2017. La localidad catalana compite con Alejandría (Egipto) para ser la sede de las 31 disciplinas que forman la competición, después de que Trípoli, en Argelia, Rijeka, en Croacia, y Mersin, en Turquía, retirasen sus candidaturas. Los representantes de Tarragona ya se han desplazado a esta última ciudad, donde se decidirá cuál es finalmente la sede elegida. La ciudad española será la segunda en presentar su proyecto. Los representant...

Tarragona conocerá este sábado al mediodía si es la ciudad elegida para albergar los Juegos Mediterráneos que se celebrarán del 30 de junio al 9 de julio del año 2017. La localidad catalana compite con Alejandría (Egipto) para ser la sede de las 31 disciplinas que forman la competición, después de que Trípoli, en Argelia, Rijeka, en Croacia, y Mersin, en Turquía, retirasen sus candidaturas. Los representantes de Tarragona ya se han desplazado a esta última ciudad, donde se decidirá cuál es finalmente la sede elegida. La ciudad española será la segunda en presentar su proyecto. Los representantes de la candidatura no creen que el turno tenga especial incidencia en la votación, dado que se trata solo de dos ciudades, pero preferían ser los últimos en intervenir para tener capacidad de reacción tras la exposición de su rival.

En la votación participarán los 24 Comités Olímpicos Nacionales, que tendrán tres votos cada uno hasta sumar un total de 66, dado que los de España y Egipto no pueden ejercer el sufragio, 14 miembros del Comité Olímpico Internacional y el presidente del Comité Internacional de los Juegos Mediterráneos. Tarragona cuenta con la ventaja de que solo tres instalaciones requieren ser construidas en su totalidad: el Centro Acuático, el Palacio de Deportes y el Centro de Petanca de Vilaseca. Otras ocho, además, precisan reformas: el estadio de atletismo, el campo del Nàstic, el campo de tiro, los pabellones de deportes de Vilaseca, el Venderell y Calafell y los campos de fútbol de estas dos últimas localidades. La candidatura de Tarragona cuenta, de hecho, con 12 subsedes, entre las que destacan Barcelona -que acogería la hípica-, Cambrils o Salou. "El poder de Tarragona son las infraestructuras que ya tiene hechas, un valor añadido en este contexto de crisis económica, la comunicación y la experiencia que España ha demostrado en los grandes acontecimientos en los últimos años", ha asegurado Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español. Entre las disciplinas que tienen cabida en los Juegos Mediterráneos figuran el esquí náutico, el kárate y la petanca, que no son deportes olímpicos.

Existen, no obstante, inconvenientes para que la candidatura de la localidad catalana acabe triunfando. Uno de ellos es la relativa cercanía de los Juegos Mediterráneos de 2005, que organizó Almería. Además, las tres ediciones anteriores a 2017 se han celebrado o se celebrarán en la orilla del Mediterráneo: Almería, en 2005, Pescara, en 2009, y Mersin, en 2013. Alejandría, sede de la primera edición, celebrada en 1951, recurrirá a los representantes diplomáticos de terceros países en El Cairo para defender ante los votantes que Egipto es un país seguro para organizar la cita pese a los conflictos de los últimos meses. "Entiendo que Alejandría apelará a la apertura que los Juegos supondrían para el país en este momento de cambio para Egipto, pero nosotros seremos fieles a nuestro estilo: hay que votar lo mejor para los Juegos Mediterráneos y creemos que lo mejor es Tarragona", explicó hace unos días Mario Rigau, presidente ejecutivo de la candidatura española. El alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, apunta al sistema de votación como otro de los inconvenientes para que la candidatura de Tarragona acabe triunfando: "Tiene cierto parecido al de Eurovisión, puesto que, a veces, los países se votan entre ellos por afinidades culturales o geopolíticas antes que por el propio proyecto".

A pesar de que la dimensión de los Mediterráneos no es comparable a la de los Juegos Olímpicos, el impacto que tendrían en una ciudad como Tarragona, de 140.000 habitantes, sería enorme. Entre el legado que dejaría la cita destaca la construcción y remodelación de instalaciones deportivas, que quedarían para uso ciudadano, la red de transportes, la construcción de la Villa Mediterránea, con 1.000 apartamentos de protección oficial, y la creación de más de 7.000 puestos de trabajo. Los Juegos tendrían un presupuesto de 57 millones de euros, a los que habría que sumar 100 millones en construcción y remodelación de instalaciones. La mayor parte de las inversiones se haría a partir del año 2015.