Italia se hace grande

Italia ha demostrado hoy que ya ha superado el escalón de la clase media y Rusia que todavía le queda para llegar a ella. Los azzurri tuvieron la actitud y el juego de una gran selección y han obtenido su premio, con su victoria más abultada en un Mundial (53-17). La única pega al partido de los azules fueron los tres ensayos recibidos.

Los italianos fueron los dueños del partido. Los delanteros controlaron los tiempos del partido y todas las fases estáticas del juego, melés, touches y rucks. Además, para desgracia de los Osos, constantemente se incrustaban e...

Italia ha demostrado hoy que ya ha superado el escalón de la clase media y Rusia que todavía le queda para llegar a ella. Los azzurri tuvieron la actitud y el juego de una gran selección y han obtenido su premio, con su victoria más abultada en un Mundial (53-17). La única pega al partido de los azules fueron los tres ensayos recibidos.

Los italianos fueron los dueños del partido. Los delanteros controlaron los tiempos del partido y todas las fases estáticas del juego, melés, touches y rucks. Además, para desgracia de los Osos, constantemente se incrustaban en la línea de tres cuartos y para nada entorpecían la circulación del balón, sino todo lo contrario. Por su parte, los seis de atrás eran auténticos estiletes frente a la inestable defensa rusa. Mientras su rival no ofreció nada, ni siquiera un poco de resistencia, hasta que los italianos les dejaron.

A los cinco minutos del partido, el capitán italiano, Sergio Parisse, le enseñó a su equipo el camino. El delantero azul recibió a cinco metros de la linea de ensayo contraria, vio un hueco y no se lo pensó para cargar y conseguir el primer ensayo italiano en este Mundial. A partir de ese momento, el campo parecía inclinado hacía el lado ruso. Los azules ganaban metros sin problemas. Los de rojo apenas podían retener el balón y cuando lo conseguían mantener en su poder lo hacían sin peligro. Los tres ensayos que obtuvieron los rusos fueron un regalo azzurri. En el primero los Osos aprovecharon su superioridad numérica, ya que en ese momento tenían un jugador más por la expulsión temporal del talonador Ongaro, por hacerle un placaje retardado al zaguero ruso. El segundo, ya en la segunda parte, se sirvieron de un intento fallido de intercepción de Tommaso Bienvenuti, que sirvió en bandeja los cinco puntos para el ala Ostroushko. En el último, a falta de 10 minutos para el final del partido, los tres cuartos rusos aprovecharon el único despiste defensivo italiano de todo el partido.

Los italianos cogen moral cara al enfrentamiento contra Irlanda, a quien tiene que intentar disputar una plaza en cuartos en su último partido de la fase de grupos. Los rusos deberán seguir trabajando, aunque hoy se han llevado el premio de sus primeros ensayos en un Mundial.