Evans: "No podría estar más feliz"

El ganador del Tour dedica el triunfo a su viejo entrenador, Aldo Sassi, fallecido en diciembre.- Contador advierte que el año que viene volverá para ganar

Hay días históricos en la vida de los deportistas en los que se superan límites, se rompen maldiciones y se escribe la historia. Eso pasó hoy con Cadel Evans, que ganó con 34 años su primer Tour de Francia convirtiéndose en el primer australiano -y el primer ciclista del hemisferio austral- en hacerse con la vuelta francesa, además del ganador más viejo desde la Segunda Guerra Mundial. También dejó atrás la fama de eterno segundón; fue dos veces segundo y una vez cuarto en el Tour. Y como pasa a menudo, en estos días tan especiales, las declaraciones de los protagonistas son de lo más corrient...

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Hay días históricos en la vida de los deportistas en los que se superan límites, se rompen maldiciones y se escribe la historia. Eso pasó hoy con Cadel Evans, que ganó con 34 años su primer Tour de Francia convirtiéndose en el primer australiano -y el primer ciclista del hemisferio austral- en hacerse con la vuelta francesa, además del ganador más viejo desde la Segunda Guerra Mundial. También dejó atrás la fama de eterno segundón; fue dos veces segundo y una vez cuarto en el Tour. Y como pasa a menudo, en estos días tan especiales, las declaraciones de los protagonistas son de lo más corrientes. "Agradezco a todos los que me han ayudado, mis compañeros de equipo (BMC), mis rivales y todos los demás por esta experiencia increíble", declaró el nuevo campeón; "gracias por esta fantástica carrera. No podría estar más feliz. He estado pensando en este momento durante 20 años". Luego, dejó espacio a la emotividad y dedicó el triunfo a su viejo entrenador, el italiano Aldo Sassi, fallecido en diciembre por un tumor cerebral. "Esta victoria es un proceso de muchos años, creo que en ello tiene mucha responsabilidad mi entrenador. Todo lo que he aprendido y trabajado se lo debo a él, y a él dedico esta victoria", afirmó Evans.

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Quién ahora tendrá que luchar contra la fama de ser el eterno segundo será Andy Schleck, por tercera vez consecutiva en el segundo peldaño del podio en Paris. El luxemburgués intentó matizar la decepción después de que ayer vio quebrantarse sus sueños en la contrarreloj: "Cadel mereció ganar. Un segundo puesto en un Tour no es un mal resultado en absoluto y estar en el podio con mi hermano es un sueño de familia". Su hermano Frank terminó tercero, lo que representa otra novedad en la ronda gala. Nunca dos de la misma familia estuvieron juntos en el podio.

El que se quedó fuera del cajón fue Alberto Contador. Otra novedad, por lo menos en lo que se refiere a los últimos cuatro años. Desde 2007, Contador siempre había subido al peldaño más alto en las grandes vueltas en las que participó (dos Giros, tres Tours y una Vuelta a España) y ya está pensando en ocupar nuevamente ese sitio. "El año que viene volveré para ganar el Tour y me centraré en exclusiva para esta carrera, que es la más importante. Y para ello no iré al Giro. Al Giro nunca más", señaló.

El de Pinto perdió en el Galibier la posibilidad de hacerse con el Tour y con un mítico doblete junto al Giro, cosa que no ocurre desde 1998, cuando lo logró Pantani. Hoy habló con serenidad de lo que ha pasado en la vuelta francesa: "Es un año diferente, una sensación [la de quedarse fuera del podio] que ya no conocía, pero que me deja con un buen sabor de boca. El año ha sido excepcional y con eso me quedo". El de Pinto hasta tuvo el ánimo de bromear: "De todas formas, voy a pedir que me dejen subirme un rato al podio".

El campeón del Tour 2011, Cadel Evans (derecha), junto a Andy Schleck, segundo.GUILLAUME HORCAJUELO (EFE)

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