Una joya para Ricky

Minnesotta se hace en la segunda posición del 'draft' con Derrick Williams, la gran sensación de la Liga universitaria este año

El veterano Mike Krzyzewski, uno de los técnicos más laureados de la NCAA (la Liga universitaria estadounidense de baloncesto), todavía tiene pesadillas con él. "No he encontrado la fórmula para pararlo. Es extraordinario", declaraba el pasado mes de marzo, resignado, instantes después de que Derrick Williams (La Mirada, California; 1991), uno de los jugadores con más proyección del baloncesto americano, derribase a Duke con una actuación estelar en la cancha de Anaheim.

"Es extraordinario, único", zanjó el entrenador, testigo directo del excepcional despliegue del alero de Arizona, que...

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El veterano Mike Krzyzewski, uno de los técnicos más laureados de la NCAA (la Liga universitaria estadounidense de baloncesto), todavía tiene pesadillas con él. "No he encontrado la fórmula para pararlo. Es extraordinario", declaraba el pasado mes de marzo, resignado, instantes después de que Derrick Williams (La Mirada, California; 1991), uno de los jugadores con más proyección del baloncesto americano, derribase a Duke con una actuación estelar en la cancha de Anaheim.

"Es extraordinario, único", zanjó el entrenador, testigo directo del excepcional despliegue del alero de Arizona, que aquella noche firmó 32 puntos, noqueó a los Blue Devils, favoritos al triunfo final, y selló medio pasaporte a la NBA, engatusada con la exhibición de la joya del campeonato universitario y futuro jugador de los Timberwolves de Minnesota.

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La pasada madrugada, la franquicia le seleccionó en la segunda posición del draft (apuntaba al primer puesto, que finalmente recayó en Kyrie Irving), por lo que Williams, de 20 años, será compañero del español Ricky Rubio en las filas de los Wolves. "Estoy aquí para mejorar", apuntaba, ya con la gorra de su nuevo equipo en la cabeza; "intentaré demostrar lo que he hecho hasta ahora".

Después de dos años en la Liga universitaria, Williams promedió en el último ejercicio 19.5 puntos y ocho rebotes por encuentro en los Wildcats de Arizona. Eléctrico, vertiginoso y con una muñeca prodigiosa, el alero, que porta el 23 a la espalda, completó una magnífica campaña en la que no pudo guiar a su equipo al triunfo, pero en la que ofreció grandes destellos.

Gran reboteador, excelente en las transiciones y con un físico privilegiado, en la NBA hay quien cuestiona su papel sobre el parqué. "Soy un jugador muy variado", señalaba; "puedo jugar de 3 o de 4, aunque soy más grande que la mayoría de 3 y más rápido que un 4". Sin embargo, su acierto desde la línea de triples y su seguridad a media distancia supondrán una poderosa baza para Minnesota, que con su contratación asesta un golpe sobre la mesa.

Derrick Williams estrecha su mano con el comisionado de la NBA, David Stern.EFE