La salvaje huella de Evans

Faltaban quince minutos para el final del choque. La grada de Old Trafford jaleaba a sus jugadores y el Manchester United, en plena puja por el título de la Premier, había cercado la portería del Bolton en busca de tres puntos que pusiesen más tierra de por medio con el Arsenal, su inmediato perseguidor. Apretaban los diablos rojos y replicaron los de Owen Coyle, que lanzaron un contragolpe en busca de la dentellada que hiciese desistir a su rival. La dentellada, sin embargo, se la llevó Holden, medio del Bolton.

Abrió Elmander para Cheng-Yong Lee, que acto seguido envió u...

Faltaban quince minutos para el final del choque. La grada de Old Trafford jaleaba a sus jugadores y el Manchester United, en plena puja por el título de la Premier, había cercado la portería del Bolton en busca de tres puntos que pusiesen más tierra de por medio con el Arsenal, su inmediato perseguidor. Apretaban los diablos rojos y replicaron los de Owen Coyle, que lanzaron un contragolpe en busca de la dentellada que hiciese desistir a su rival. La dentellada, sin embargo, se la llevó Holden, medio del Bolton.

Abrió Elmander para Cheng-Yong Lee, que acto seguido envió un balón en profundidad con dirección al área. Holden, centrocampista estadounidense, siguió su estela hasta que se topó con la rocosa figura de Evans, que acudió al esférico sin piedad y estrelló sus tacos, de forma violenta, contra el futbolista del Bolton. Dolorido, con un profundo corte en su rodilla por el que le tuvieron que aplicar 26 puntos, el americano fue retirado del campo en camilla y el zaguero enfiló el túnel de vestuarios tras ser expulsado.

Hoy, dos días después del choque, el Bolton ha comunicado que Holden se perderá lo que resta de temporada y permanecerá seis meses de baja. "Lo más importante es que se recupere", ha afirmado Coyle. "Es un tipo fuerte, tiene mentalidad ganadora y eso le ayudará en su regreso", ha subrayado el técnico. El jugador, mientras, ha quitado hierro a la entrada de Evans, que le telefoneó unas horas después del partido. "Recibí una llamada sincera, no tuvo mala intención. Son lances del fútbol", ha señalado.

Holden, internacional estadounidense, se perderá además la Copa de Oro de la CONCACAF. "Puedo prometeros que volveré más fuerte y mejor que antes. Ya tuve mala suerte en el pasado y seguiré luchando contra ello", ha añadido el medio, que la temporada pasada tuvo que estar un tiempo en el dique seco como consecuencia de una caricia de Nigel de Jong, pivote del Manchester City que en la presente campaña rompió la rodilla del francés Ben Arfa.

Curiosamente, hace dos semanas se produjo un episodio similar en la Premier, cuando Jamie Carragher, central del Liverpool, hizo una brutal entrada sobre la pierna de Nani, retirado del césped entre lágrimas y una buena brecha que le mantuvo dos semanas inactivo. El luso fue menos indulgente que Holden. "No sé en que pensaba Carragher, pero lo que hizo no es fútbol", expuso. "Es la segunda vez que me lesiona. Pensé que la temporada había terminado para mí". Peor parado ha salido Holden.