El abrazo de Ibaigane

El presidente del Athletic, Fernando García Macua, y la Asociación Española de la Prensa Deportiva silenciaron ayer sus diferencias de protocolo. Ocurrió en Ibaigane, dos días después del sonoro abandono de la Gala del Deporte del máximo responsable del club rojiblanco, enojado por el trato que se le dispensó. Ambas partes mantienen las versiones antagónicas sobre la causa de esta polémica que se ha llevado por delante la actualidad de las sesiones de trabajo de este grupo de profesionales, reunidos en Bilbao durante tres jornadas.

Macua, "fiel al estilo del Athletic", no dudó en abrir ...

El presidente del Athletic, Fernando García Macua, y la Asociación Española de la Prensa Deportiva silenciaron ayer sus diferencias de protocolo. Ocurrió en Ibaigane, dos días después del sonoro abandono de la Gala del Deporte del máximo responsable del club rojiblanco, enojado por el trato que se le dispensó. Ambas partes mantienen las versiones antagónicas sobre la causa de esta polémica que se ha llevado por delante la actualidad de las sesiones de trabajo de este grupo de profesionales, reunidos en Bilbao durante tres jornadas.

Macua, "fiel al estilo del Athletic", no dudó en abrir la puerta de la sede de la entidad a la Prensa Deportiva por encima del enfado que aún le dura. El presidente mantiene que "no es de recibo" la desconsideración de que fue objeto en el acto del Teatro Arriaga. Desde el grupo de periodistas, por su parte, se agradeció el detalle de la recepción en Ibaigane, como estaba previsto en el programa, y se abogó por "pasar página" a este desencuentro.

Con todo, el malestar continúa en el Athletic. Macua reitera que le acompaña la verdad en la versión que ha trasladado desde que se sucedieron tan desagradables hechos, minutos antes del inicio de la gala, y que fue ofrecida en directo por Teledeporte. En el club se sostiene la queja porque afectó a otros representantes como José Ángel Iribar o Joaquín Caparrós, integrantes de una delegación de siete personas. Sobre todo, se niega que hubiera "posibilidad alguna" para que Macua tuviera otro asiento libre, al tiempo que se rechaza la versión de que una empleada del club alteró la tarjeta para acomodar en un lugar diferente al previsto a su presidente. Los organizadores dicen que Carlos del Campo, representante de la Liga de Fútbol Profesional, le ofreció su butaca, pero el presidente del Athletic sostiene que las propias fotos "demuestran que no es verdad". A su vez, recuerda que con anterioridad al incidente había recibido las consignas del regidor de TVE para su acceso al escenario, donde debía entregar una de las distinciones. Desde el bando opuesto, por el contrario, se insiste en que "varios periodistas" comprobaron cómo fue movida la tarjeta correspondiente a Macua.

Mientras, hay quien sostiene en Ibaigane que las críticas al comportamiento de Macua obedecen a un "espíritu corporativista" entre algunos medios informativos. En la Asociación de Prensa Deportiva no se quiere ahondar en la herida abierta, pero tampoco hay disposición alguna para rectificar. En el medio, quedan los numerosos análisis que se han vertido sobre los comportamientos exhibidos por cada uno de los afectados. El cruce de reacciones no ha cesado desde que se conoció la decisión del presidente rojiblanco de ausentarse de la gala. Eso sí, hay coincidencia generalizada en que el protocolo quedó desbordado en la gala y que las formas empleadas con Macua por el representante de la organización distaron mucho de buscar el acuerdo, aunque nadie esperaba que la reacción podría ser tan contundente habida cuenta de que el acto se celebraba en la capital vizcaína. Ibaigane silenció al menos la guerra.