Quique se la juega

El Atlético necesita reaccionar ante el Valencia tras cinco derrotas seguidas

Una derrota del Atlético contra el Valencia provocaría una tormenta perfecta en el Calderón, donde esta tarde Quique Flores se juega el puesto por más que los principales accionistas del club insistan en que seguirá en el cargo hasta el final de la Liga. "Por más que los directivos nos confirmen en el cargo se insiste en que no es así. He trabajado bajo presión casi siempre, nunca he cogido equipos sanos... No estoy sacando el rendimiento del equipo pero mi conciencia está tranquila", expresó el entrenador, víctima de los diferentes mensajes que transmite el club.

Con el tercer presupue...

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Una derrota del Atlético contra el Valencia provocaría una tormenta perfecta en el Calderón, donde esta tarde Quique Flores se juega el puesto por más que los principales accionistas del club insistan en que seguirá en el cargo hasta el final de la Liga. "Por más que los directivos nos confirmen en el cargo se insiste en que no es así. He trabajado bajo presión casi siempre, nunca he cogido equipos sanos... No estoy sacando el rendimiento del equipo pero mi conciencia está tranquila", expresó el entrenador, víctima de los diferentes mensajes que transmite el club.

Con el tercer presupuesto de la Liga y el 17º de Europa (124,5 millones de euros), solo por detrás de Real Madrid (438,6) y Barcelona (398,1) en la Liga, el Atlético ha perdido los cinco últimos partidos -incluidos los dos de Copa ante el Madrid- y no sale de una crisis para meterse en otra. El círculo vicioso en que se ha instalado el club obligó al consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, a cancelar un viaje a Estados Unidos en busca de nuevos mercados.

El máximo accionista y Enrique Cerezo, el presidente rojiblanco, se han esforzado a lo largo de la semana en limar las diferencias que les enfrentan. Mientras, la oposición a su gestión empieza a organizarse en la plataforma Atléticos por el Cambio, que entre otros reúne a José Luis Acha, nieto del fundador del club, Gonzalo Calderón Bedoya, nieto de Vicente Calderón, y Gabriel Camuñas, accionista y diputado en su momento. Los actuales dirigentes del Atlético prefirieron no pronunciarse.

"El entrenador está fantástico, él confía en los jugadores y los jugadores confían en él. Vamos a ganar al Valencia y Quique seguirá siendo entrenador del Atlético", aseguró Cerezo tras la comida de fraternidad del jueves, otra más, a la que asistió la plantilla y la directiva. Para agravar los problemas del Consejo de Administración, un informe del bufete Cremades Calvo-Sotelo no otorga casi ningún valor a las acciones del club por "el alto nivel de endeudamiento a corto y largo plazo, unido a la escasa liquidez y volatilidad del valor de los activos en balance".

Centrados en el apartado deportivo, el equipo marcha octavo con 30 puntos, más próximo a los puestos de descenso (nueve) que a los de Champions (14). El inicio de 2011 ha sido calamitoso, con solo cuatro de 24 puntos posibles. Un partido ganado, al Mallorca en el Calderón, otro empatado, en casa ante el Racing, y seis derrotas le colocan como el tercer peor equipo de lo que va de año. Solo el Hércules, con los tres puntos que sumó ante los colchoneros, y el Deportivo, con cuatro puntos pero con peor media de goles, empeoran los registros del Atlético, que solo ha conseguido materializar cinco goles en este periodo (0,6 de media) y no ha marcado en los últimos cuatro encuentros.

Mientras, la ristra de goles en contra se dispara hasta los 14 (1,75). "Está siendo una temporada torcida, pero buscamos un partido redondo para nosotros y la afición", insistió Quique, que pierde más partidos (10) de los que gana (nueve) y dejó fuera de la lista a Elías, comprado en el mercado de invierno por seis millones.

Convaleciente Filipe Luis y con De Gea entrenándose con normalidad tras la lesión que no le dejó jugar con la sub 21 entresemana, las constantes rotaciones en el equipo titular aumentan las intrigas que sacuden el vestuario. Por unas causas y por otras, el Atlético no ha repetido once desde que Quique le dirige: 67 jornadas ligueras en total. "Tantos cambios afectan sobre todo a la última línea, cuando Quique llegó repitió y repitió con Perea y Domínguez de centrales hasta que cuajaron", reconoce uno de los defensas. "Hay otros equipos que son más regulares que nosotros, cosa que nos falta por distintos motivos", razona Godín, que no ve "relista" competir por el cuarto puesto. "Tendría que pasar algo muy raro para se caigan el Valencia y Villarreal... Peleamos por estar en la Liga Europa, es lo que está más cerca", entiende el central uruguayo.

Quique golpea el balón durante un entrenamientoEFE