"¡Roto de mierda!"

Antes de remontar la final del torneo de Santiago de Chile, contra el colombiano Santiago Giraldo (6-2, 2-6 y 7-6, tras ir perdiendo 5-3 en la última manga), Tommy Robredo, un hombre en busca del sitio perdido, se cruzó en semifinales con el italiano Fabio Fognini. Ganó 4-6, 6-2 y 6-3 el español, no le dio la mano al rival, como es costumbre, y se marchó insultado: "¡Pedazo de mierda! ¡Roto de mierda!".

Todos los partidos con Fognini, el número 56, son de fuego. "Los italianos maduramos un poco más tarde", suele exp...

Antes de remontar la final del torneo de Santiago de Chile, contra el colombiano Santiago Giraldo (6-2, 2-6 y 7-6, tras ir perdiendo 5-3 en la última manga), Tommy Robredo, un hombre en busca del sitio perdido, se cruzó en semifinales con el italiano Fabio Fognini. Ganó 4-6, 6-2 y 6-3 el español, no le dio la mano al rival, como es costumbre, y se marchó insultado: "¡Pedazo de mierda! ¡Roto de mierda!".

Todos los partidos con Fognini, el número 56, son de fuego. "Los italianos maduramos un poco más tarde", suele explicar el tenista sobre sus frecuentes aspavientos, sus miradas desafiantes y sus sonrisas irónicas sobre la pista.

"No veo la hora de quitarme esa etiqueta", suele añadir el italiano, que idolatra al interista Materazzi. Robredo tendrá enseguida una oportunidad de seguir observando a ese tenista tan volcánico como talentoso, que juega tirando de mano, como si no se moviera: la próxima semana, en Brasil, se enfrentan en primera ronda y también sobre arcilla.