LIGA | ESPANYOL 4 - ZARAGOZA 0

El Espanyol funde al Zaragoza

Los de Pochettino se exhiben frente a un rival descompuesto

Regresó la mejor versión del Espanyol, con una circulación del cuero deliciosa y eléctrica, con una presión avanzada de las de aúpa y un remate picante y certero. Poco le importaron las contrariedades que le presentó el duelo -las tempraneras lesiones de Márquez y Osvaldo-; enchufado desde el inicio y con una suficiencia brutal que descompuso al Zaragoza, un harapo sin juego y descoyuntado. Se desploman los blanquillos, con mala pinta y poco tiempo para rehacerse; se encarama a lo alto el Espanyol, que tiene mucho fútbol en sus pies.

Pochettino ha creado un equipo generoso y solidario. ...

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Regresó la mejor versión del Espanyol, con una circulación del cuero deliciosa y eléctrica, con una presión avanzada de las de aúpa y un remate picante y certero. Poco le importaron las contrariedades que le presentó el duelo -las tempraneras lesiones de Márquez y Osvaldo-; enchufado desde el inicio y con una suficiencia brutal que descompuso al Zaragoza, un harapo sin juego y descoyuntado. Se desploman los blanquillos, con mala pinta y poco tiempo para rehacerse; se encarama a lo alto el Espanyol, que tiene mucho fútbol en sus pies.

Pochettino ha creado un equipo generoso y solidario. No se atiende a los antecedentes ni a la edad, sino que juega el mejor y no hay cabida para el lamento. Detalles que ejemplifican la madurez y la unión de este voraz Espanyol, con Europa ya en el entrecejo. Como que Dídac, un lateral que a sus espaldas solo tenía un agujero, se haya convertido en un zaguero táctico y de recorrido con la confianza del mister; como que Luis García tire un penalti y los 10 jugadores de campo acudan al banderín de córner a celebrarlo. Todos a una. Como su juego. Una pelota para todos. Lo padeció el Zaragoza, la antítesis, con 20 jugadores de 12 nacionalidades distintas y con la única propuesta de echar el candado atrás para tirar del improvisado contragolpe. Argumento insuficiente para desarticular al Espanyol, más apuesto y mordaz.

ESPANYOL 4 - ZARAGOZA 0

Espanyol: Kameni; Chica, Amat, Víctor Ruiz, Dídac; Baena, Javi Márquez (Sergio García, min.14); Luis García, Verdú (Duscher, min.80), Callejón y Osvaldo (Álvaro, min.28).

Zaragoza: Leo Franco; Diogo, Lanzaro, Jarosik, Paredes; Edmilson (Adam Pinter, min.46), Gabi; Jorge López (Bertolo, min.50), Ander, Lafita y Sinama Pongolle (Braulio, min.68).

Goles: 1-0, min.8: Osvaldo, 2-0, min.29: Luis García, 3-0 min.33: Álvaro, 4-0, min.86: Sergio García.

Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Amonestó a Amat (min.19), Sinama Pongolle (min.50), Diogo (min.51), Adam Pinter (min.52), Chica (min.53), Ander (min.70).

26.910 espectadoresen el estadio Cornellá-El Prat.

No tiene remedio este Zaragoza, con el último estertor al borde del próximo aliento.sin refuerzos porque no hay dinero, con una zozobra que fustiga sin cesar y que no remite porque el presidente no se entiende ni con sus secuaces, ni con su afición, ni con su sombra, y con unos futbolistas tan desganados como incapaces, el equipo va a la deriva. Tampoco azuza ni reactiva Aguirre, genial motivador con las piezas equivocadas. En Cornellà, el Zaragoza se amontonó cerca de su área y se fió a las contras. Pero el rival le presionó arriba y provocó pelotazos sin sentido, forzados, a los pies blanquiazules. Ahí se guillotinó el Zaragoza.

El Espanyol removió el balón con precisión. De lado a lado. Sin apuros. Amat y Víctor Ruiz enlazaban con la segunda línea, de ahí al costado y cambio de orientación. Sin fallos. Como ese desplazamiento de Callejón que fue a pies de Sergio García y que finalizó con un pase interior que Luis García no metió de chiripa. O como ese centro por detrás de la defensa al que acudió Osvaldo para peinarlo a gol. Puro fútbol. Expresado por Callejón, jugador de toque, explosión y requiebro. Se la hizo a Diogo, que le tumbó dentro del área y el penalti lo transformó Luis García. Dos a cero.

Salió Álvaro por Osvaldo para cazar un pase al hueco, rematar al ángulo opuesto y anotar el tercero. El Zaragoza no ofreció una alternativa y el Espanyol bajó el listón. No había partido, por lo que se guardó la pelota, la repartió con tino pero con un ápice de pesadumbre, y probó algún disparo que no enfiló la portería de Leo Franco, como ese chut ajustado de Verdú o ese palo de Álvaro. Hasta que otro hurto -un pase atrás hacia el portero- en el área chica acabó en la asociación de los García, de Luis a Sergio, para firmar la cuarta diana. El Zaragoza se contentó con dos remates (Gabi y Paredes) que Kameni desbarató. Punto y final. Un equipo devoró al otro. Jugó con él.

Los jugadores del Espanyol felicitan a Álvaro tras su gol.AFP
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