Raúl, de tres en tres

334 goles después, Raúl sigue imperturbable. Colocándose en el punto de penalti ante una falta a tres minutos del final, una inmensidad de tiempo para él. Lo mismo da que ya lleve dos goles. Y que su equipo, el Schalke, derrote 2-0 al Colonia. Porque el 7 hizo lo que lleva haciendo toda la vida. Primero, cabeceó un centro de Rakitic en la primera parte. Luego apuntilló un disparo de Farfán que el portero del Colonia rechazó de mala manera. Y a poco del final, a esos tres minutos que son la vida eterna para un tipo como Raúl, hizo el tercero. Tres minutos, tiempo de sobra para, otra vez de cabe...

334 goles después, Raúl sigue imperturbable. Colocándose en el punto de penalti ante una falta a tres minutos del final, una inmensidad de tiempo para él. Lo mismo da que ya lleve dos goles. Y que su equipo, el Schalke, derrote 2-0 al Colonia. Porque el 7 hizo lo que lleva haciendo toda la vida. Primero, cabeceó un centro de Rakitic en la primera parte. Luego apuntilló un disparo de Farfán que el portero del Colonia rechazó de mala manera. Y a poco del final, a esos tres minutos que son la vida eterna para un tipo como Raúl, hizo el tercero. Tres minutos, tiempo de sobra para, otra vez de cabeza, ponerle rúbrica a la falta lanzada por Edu. Y firmar el 3-0. Y sacar a su equipo, quizá definitivamente, del infierno. Y redondear un triplete, otro más, el segundo que consigue en una Bundesliga de la que ya es el tercer máximo realizador con nueve goles. Y el 11º de su portentosa carrera. Y provocar que, a modo de premio, Magath, su técnico, decida sustituirle a un minuto del final, con 53.000 tíos apludiendo la retirada del futbolista más laureado que jamás vieron en ese estadio, el mismo en el que cada día de partido en sus tripas se fabrican 53.000 litros de cerveza.

334 goles después, Raúl sigue besándose el anillo, y señalando con sus pulgares el número siete, culpable, como es, de que el Schalke no sólo haya salido de los puestos de descenso, sino que amenace en la Bundesliga con alcanzar los puestos europeos. En ello está, amén de haber alcanzado los octavos de final en la Liga de Campeones. Las gradas se han llenado en Gelsenkirchen de camisetas con su nombre, autor como es de 11 dianas en 20 partidos con el Schalke.

334 goles después, 761 partidos después, Raúl no deja de acaparar portadas. Esta misma temporada ha igualado al mítico Gerd Müller como el máximo goleador en la historia de las competiciones europeas, con 69 tantos. Empeñado está en superar esa cifra, encantado, por cierto, de que el sorteo le lleve de nuevo a España, a Valencia, a Mestalla, uno más de su interminable lista de estadios fetiche.