Dos sustos esperando a Federer

No suena una risotada maliciosa, porque se expresa a través de twitter , pero algo parecido debió sonar alrededor del británico Andy Murray cuando escribió lo siguiente: "¡Me encanta el calor de Nueva York! Es el clima perfecto para ver quién ha trabajado"

Y así, mientras Murray se relame con Jimmy Connors y John McEnroe entrenándose al lado, van debutando favoritos y se van sucediendo los sufrimientos. Sufre bajo el sol, inclemente juez que todo lo achicharra, el sueco Robin Soderling, que gana en cinco mangas al austriaco H...

No suena una risotada maliciosa, porque se expresa a través de twitter , pero algo parecido debió sonar alrededor del británico Andy Murray cuando escribió lo siguiente: "¡Me encanta el calor de Nueva York! Es el clima perfecto para ver quién ha trabajado"

Y así, mientras Murray se relame con Jimmy Connors y John McEnroe entrenándose al lado, van debutando favoritos y se van sucediendo los sufrimientos. Sufre bajo el sol, inclemente juez que todo lo achicharra, el sueco Robin Soderling, que gana en cinco mangas al austriaco Haider-Maurer, absolutamente desconocido (7-5, 6-3, 6-7, 5-7 y 6-4). Sufre en el calor, 30 grados y subiendo, el francés Gael Monfils, un monumento al músculo que apenas se escapa por un pelo frente a Kendrick (3-6, 6-3, 6-4, 6-7 y 6-4, el estadounidense tuvo un 0-30 con 4-4 en la quinta manga). Y sin sufrir, pensando en lo que se ha quitado de en medio, celebra el argentino David Nalbandian, tenista de verdad bueno, que el martes le toque en el cuarto turno, ya con el sádico sol guareciéndose en el cielo.

Hacia arriba miran todos los tenistas. Lo hacen Fernando Verdasco, David Ferrer, Feliciano López, Tommy Robredo, Daniel Gimeno-Traver, Anabel Medina, Carla Suárez y Arantxa Parra, que debutarán el martes contra el italiano Fognini, el ucranio Dolgopolov, el colombiano Giraldo, el checo Rosol, el finlandés Nieminen, la estadounidense Mattek-Sands, la taiwanesa Kai-Chen y la polaca Radwanska, respectivamente. Lo hace, aunque debute la noche del martes contra el ruso Gabashvili, Rafael Nadal. Y lo hacía esta mañana, antes de jugar contra el argentino Dabul, el suizo Roger Federer.

En Nueva York no solo quema el sol: la competición ya hierve.