Sudáfrica 2010 | Brasil

El fin del misterio

Tras días de aislamiento con su selección, solo la competición revelará el verdadero estado de Kaká,la estrella brasileña

Mientras las señoras y los señores afrikaners meten sus bolas en el green del hoyo 12, junto a la casa club y al hotel de Randpark de Johannesburgo, a la sombra de las acacias centenarias, los jugadores de Brasil se ocultan un poco menos que los de Corea del Norte, sus rivales de mañana, que no tienen el mismo presupuesto, y no pueden coincidir en su aislamiento con los golfistas. En el interior del hotel, el seleccionador Carlos Dunga planifica sus polémicos entrenamientos a puerta cerrada y la prensa brasileña clama por una apertura. Desde hace un tiempo, en la selección suramericana ...

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Mientras las señoras y los señores afrikaners meten sus bolas en el green del hoyo 12, junto a la casa club y al hotel de Randpark de Johannesburgo, a la sombra de las acacias centenarias, los jugadores de Brasil se ocultan un poco menos que los de Corea del Norte, sus rivales de mañana, que no tienen el mismo presupuesto, y no pueden coincidir en su aislamiento con los golfistas. En el interior del hotel, el seleccionador Carlos Dunga planifica sus polémicos entrenamientos a puerta cerrada y la prensa brasileña clama por una apertura. Desde hace un tiempo, en la selección suramericana todo parece menos natural de lo que era. Brasil, que históricamente fue el equipo desinhibido por excelencia, simpático y armonioso, se ha convertido en una banda acuartelada que a todo responde lo mismo que respondió ayer Maiçon cuando le preguntaron si era de alguna utilidad entrenarse todos los días a escondidas: "Es decisión del entrenador y debemos obedecer".

Brasil, que fue el modelo de equipo abierto y armonioso, es una banda acuartelada
"Me siento muy bien, pero un poco pesado. Me falta soltarme", dijo el jugador del Madrid

Como todo en Brasil transcurre por el curso de la opacidad reglamentaria, tampoco se sabe exactamente cómo está Kaká. La gran estrella del equipo lleva un año sufriendo problemas de pubis, sin jugar con continuidad y en ocasiones evitando decir públicamente la verdad sobre su dolencia. Desde que acabó penosamente su temporada en el Madrid, al media punta sólo ha habido dos ocasiones de verle en acción: en un amistoso contra Zimbabwe, en el que fue sustituido después de 45 minutos intrascendentes, y en un amistoso contra Tanzania, que disputó al completo y en el que consiguió meter un gol.

Los médicos dicen que Kaká está bien y Dunga no los desmiente. "Contra Zimbabwe tuve que sacarlo del campo para protegerlo", dijo el técnico, "porque él quería jugar 90 minutos. Lo sujeté para facilitar su recuperación. Pero él está bien y quiere jugar siempre".

Hace tres días los periodistas pudieron asistir al único entrenamiento abierto de Brasil y constataron que Kaká da muestras de estar completamente recuperado. En los partidos en campo reducido hizo esfuerzos de gran intensidad, a un ritmo sostenido, y durante más de una hora. Desde entonces no se han tenido más noticias, a excepción de un comentario rápido del jugador: "Me siento muy bien, pero un poco pesado todavía. Voy evolucionando. Sólo me falta soltarme un poco más. Estoy ansioso por recuperar la alegría de jugar. Pero seguramente voy a crecer dentro de la competición".

La persona que ha podido seguir directamente las evoluciones y desventuras de Kaká en el último año es Cristiano Ronaldo. El jugador del Madrid, que está concentrado con Portugal en Sudáfrica, rompió otra lanza a favor de su amigo. No es la primera vez que lo hace. Ayer Cristiano hizo lo que viene haciendo desde hace meses y anunció que Kaká resurgirá como un grande del fútbol: "Kaká no ha tenido uno de sus mejores años. Pero ha sufrido una lesión y puede que eso le haya complicado su adaptación al equipo y al país. Tengo la certeza de que hará un gran Mundial".

Igual que Cristiano, los jugadores de Brasil no exhiben dudas sobre Kaká. Ayer le tocó a Maiçon declarar su fe: "Confío muchísimo en nuestra camiseta número 'diez'. Yo y todos mis compañeros estamos seguros de que hará un gran Mundial". Kaká asistió desde el banquillo al triunfo de Brasil en 2002 y protagonizó en primera línea el fracaso de 2006. Por ahora, su contribución a la historia de los Mundiales ha sido mínima. Demasiado poco para el 'diez' de Brasil, el dorsal que desde hace 60 años se identifica con nombres como Pelé, Rivelino, Zico o Ronaldinho, gente que han dejado una huella en la Copa del Mundo.

Antes de que comenzara la competición, Pelé, el primer '10' brasileño en alzar el trofeo, apostó por Robinho. La asociación del delantero del Santos con Kaká siempre ha dado buenos frutos. La pareja ha coincidió en 32 partidos, con un saldo de 28 victorias y cuatro empates. "Kaká me preocupa", dijo el legendario goleador brasileño. "Es un jugador muy importante para nuestro equipo. Es fundamental para dirigir nuestros contragolpes y darle consistencia al medio campo. Me preocupa mucho su salud. Pero si Dios quiere va a estar bien. En cualquier caso tenemos a Robinho. Si hace lo que ha hecho para el Santos será una pieza fundamental para compensar a la falta de nivel que pueda tener Kaká mientras gana ritmo".

Kaká ríe en un entrenamiento con Brasil.AFP

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