"Soy un técnico tierno y a la vez curtido"

El buenismo en política de José Luis Rodríguez Zapatero lo practicó antes en el fútbol Vicente Del Bosque y ahora Unai Emery, que ha tenido que lidiar con un batallón de jefes desde que llegó al Valencia hace dos meses. Y sólo les pidió que le permitieran mantener un ambiente ecológico en el vestuario, evitando la polución de los últimos años. A sus 36 años y sólo tres y medio de entrenador, Emery se enfrenta al reto de sacar partido de una plantilla que sus dos antecesores, Quique Flores y Ronald Koeman, pensaron agotada. En la pasada Liga, el Valencia se asomó al abismo de Segunda y, ...

El buenismo en política de José Luis Rodríguez Zapatero lo practicó antes en el fútbol Vicente Del Bosque y ahora Unai Emery, que ha tenido que lidiar con un batallón de jefes desde que llegó al Valencia hace dos meses. Y sólo les pidió que le permitieran mantener un ambiente ecológico en el vestuario, evitando la polución de los últimos años. A sus 36 años y sólo tres y medio de entrenador, Emery se enfrenta al reto de sacar partido de una plantilla que sus dos antecesores, Quique Flores y Ronald Koeman, pensaron agotada. En la pasada Liga, el Valencia se asomó al abismo de Segunda y, al final, quedó décimo.

Pregunta. ¿Sus peores enemigos?

Respuesta. Yo no tengo enemigos o quizá lo sea para ellos. Pero para mí, el gran enemigo es la inestabilidad. La estabilidad es la piedra para edificar el futuro.

P. En dos meses ha tenido dos presidentes [Agustín Morera y Vicente Soriano], tres directores deportivos [Juan Sánchez, Xabier Azkargorta y Fernando Gómez]...

R. Y un gestor [Juan Villalonga].

P. ¿Cómo lo ha llevado?

R. Adaptándome a los cambios, conociendo personas y conociendo el Valencia.

P. ¿Cómo es el Valencia?

R. Es un club grande con muchísimo sentimiento y ser humano detrás que vive bajo el complejo del Barça y del Real Madrid. Y que tiene que hacerse un lugar, encontrar su propia identidad y vivir de su realidad. Disfrutar con lo que tiene. Ser respetuoso con los de abajo y humilde con los de arriba.

P. Sólo ha entrenado tres años y medio y…

R. Vivo mi vida profesional a muchísima velocidad. Ayer estaba en Segunda B y hoy en el Valencia. Lo vivo de forma natural y con mucha responsabilidad. Es todo tan efímero que ni me entero.

P. ¿Teme a la inexperiencia?

R. No, porque vivo con la inexperiencia desde que empecé. Estoy etiquetado así, pero no lo siento. No me siento inexperto. Para combatirlo, me refugio en el trabajo.

P. ¿Cuál es su mayor virtud?

R. No debería decirlo, pero mi mayor virtud es ser buena persona.

P. Pero está rodeado de tiburones.

R. No, en el Lorca, en Segunda B, los periodistas me hicieron un plante cuando renové porque no querían que renovara. Tenía 33 años, acababa de empezar, pero lo viví con entereza.

P. ¿Tierno?

R. Puede ser. Soy un entrenador tierno y a la vez curtido porque cuando era futbolista pensaba como entrenador.

P. ¿E ingenuo?

R. Sí, muchas veces soy ingenuo. Confío demasiado en los futbolistas. Les creo mucho cuando a veces no…

P. ¿Frágil?

R. No, he aprendido de leer mucho. Libros de autoayuda, de cohesión de grupo, de liderazgo. Y también de fútbol.

P. ¿El futbolista es sagrado?

R. Sí, porque en el trabajo se le va a exigir muchísimo y no hay que desviarlos de su trabajo.

P. O sea, que es el técnico del buen rollo.

R. Pero lo hago por convicción. Trato de tener una relación humana con los jugadores. Saber un poquito de su vida fuera del fútbol. Me gustaría tener más tiempo y una relación más estrecha con los jugadores, pero siempre hay una barrera por el bien del equipo y del rendimiento. Me gustaría reírme con ellos, pero no puedo. El buen rollo es una parte importante de la cohesión del grupo que ayuda a ser mejores.

P. ¿Con qué Valencia sueña?

R. Me gustaría que el valencianismo se identificase con su equipo y que vibrase con él, además de ganar, claro. El Valencia ha tenido un estilo en los últimos años, pero quiero darle un estilo personal por el cual me han llamado. Un equipo que, viéndolo, la gente pueda describirlo: 'juega a esto'. Lo peor que le pueden decir a un entrenador es que su equipo no sabe a lo que juega.

P. ¿Más ofensivo?

R. Partiendo del equilibrio, si en algo se rompe, que sea para ser más ambicioso.

P. ¿Cómo va a mejorar un equipo en el que Quique y Koeman encontraron un techo?

R. En épocas de vacas flacas, hay que encontrarlo en casa. Generando confianza, motivaciones, que son el camino para las mejoras individuales y colectivas.

P. ¿Cómo encontró al grupo?

R. Con muchas fisuras. Y las heridas duelen. Estoy intentando suturar esas heridas.

P. ¿Ha cerrado la brecha entre Albelda y Baraja [muy enfrentados desde que el primero fuera apartado del grupo por Koeman y no recibiera el apoyo del segundo, que había heredado la capitanía]?

R. Intento hacer un vestuario unido y si están Albelda y Baraja, mejor. No se arregla de un día para otro, pero está en curso.

P. El club fracasó el curso pasado buscando un centrocampista creativo que supliera a Baraja y sigue sin encontrarlo.

R. Baraja, Fernandes y Silva deben cubrir ese puesto.

P. ¿Fernandes?

R. Tiene 22 años y costó 18 millones. Está en una edad para intentarlo.

P. ¿Por qué no le gusta Banega?

R. Es un buen futbolista, pero tiene que asimilar su salto a Europa.

P. ¿Puede recuperar a Albelda?

R. Albelda debe volver a tener hambre de jugar y veo indicios de que va a ser así.

P. ¿Cuáles son las principales carencias del equipo?

R. La única carencia es que no ha sido un equipo, que no ha funcionado como un equipo, y aún así ganó la Copa del Rey. ¿Por qué? Porque hay magníficos jugadores.

P. Entre ellos Silva, por el que tiene una debilidad.

R. Es muy buen futbolista que hace mejor al Valencia. Si él juega, el Valencia funciona.

P. ¿La estrategia va a ser tan importante como lo fue con usted en el Almería?

R. Es un punto más del juego y de la metodología.

P. ¿Cómo ve al Madrid y al Barça?

R. El Barça emana buenas vibraciones. Lo veo por encima del Madrid. No conozco personalmente a Guardiola, pero me gusta lo que hace. Tiene fuerza y la transmite.

P. ¿Y a sus otros rivales por la Champions: Villarreal, Atlético y Sevilla?

R. Los tres están en un momento álgido y nosotros tenemos que estar ahí, entre ellos. Le tengo más simpatía al Villarreal por lo que ha conseguido desde la humildad.