El Tottenham conocerá la 'Madrugá'

Este año, la Semana Santa hispalense tendrá unos invitados de excepción. A pesar de que el Consistorio sevillano ha puesto todos los medios para evitarlo, los hooligans del Tottenham, rival del Sevilla en la UEFA, tomarán las calles de la capital andaluza para presenciar el encuentro que ambos equipos disputarán el próximo Jueves Santo. El esfuerzo del Ayuntamiento hispalense no ha obtenido sus frutos, ya que la UEFA ha desestimado los recursos y no sustuirá ni la fecha ni la hora del encuentro. Los cánticos y la algarabía de los hinchas ingleses dibujarán un inédito escenario, caracter...

Este año, la Semana Santa hispalense tendrá unos invitados de excepción. A pesar de que el Consistorio sevillano ha puesto todos los medios para evitarlo, los hooligans del Tottenham, rival del Sevilla en la UEFA, tomarán las calles de la capital andaluza para presenciar el encuentro que ambos equipos disputarán el próximo Jueves Santo. El esfuerzo del Ayuntamiento hispalense no ha obtenido sus frutos, ya que la UEFA ha desestimado los recursos y no sustuirá ni la fecha ni la hora del encuentro. Los cánticos y la algarabía de los hinchas ingleses dibujarán un inédito escenario, caracterizado por el recogimiento y los actos sacramentales que presiden la ciudad por esas fechas.

Resignado, el Ayuntamiento de Sevilla ya ha diseñado el dispositivo para que las procesiones tanto de esta jornada como de la Madrugá se celebren "con la mayor normalidad". El concejal de Gobernación, Francisco Fernández (PSOE), ha apuntado en rueda de prensa que "el Ayuntamiento y todas las instituciones implicadas pondrán todos los recursos a su alcance para que la Madrugá se celebre con normalidad", porque este partido "no puede ser excusa ni un elemento que impida que el día grande de la Semana Santa, que muchos ciudadanos llevan todo el año esperando, se vea alterado".

El edil sevillano ha proclamado que el Consistorio garantizará la normalidad "cueste lo que cueste" y ha asegurado que los servicios de seguridad se han puesto incluso "en la peor de las situaciones", que sería que el partido se disputara a las 20.45 horas. Francisco Fernández no ha querido adelantar detalles de este dispositivo ni las medidas que se adoptarán con los aficionados ingleses que puedan llegar a la ciudad sin entrada, porque "si el partido finalmente es a las cinco de la tarde y los aficionados vuelven justo después, a las nueve de la noche la ciudad puede ester muy limpia de hinchas". El concejal de Gobernación ha recordado también que, en partidos anteriores con clubes ingleses, ha habido colaboración del Consulado británico y de los propios equipos para controlar a los aficionados.

Horas antes de concocerse la decisión de la UEFA, el presidente del Sevilla, José María Del Nido, se mostraba pesimista. "Todavía no tenemos constancia oficial y no damos por perdido un cambio de fecha, pero si se juega el Jueves Santo y lo que se cambia es el horario, en todo caso sería por la tarde, nunca por la mañana", ha explicado. Del Nido añadía que hay que estar tranquilos porque "Sevilla está de sobras preparada para recibir a los aficionados del Tottenham en Semana Santa y si se juega en la fecha prevista no pasará nada, seguro".

El Ayuntamiento de Sevilla remitió hace unos días a la UEFA un informe sobre las características del Jueves Santo y la 'Madrugá', las aglomeraciones de público que provocan en la ciudad y el recogimiento con que se siguen las procesiones de las hermandades para pedir el cambio de fecha del partido. Además, la Delegación de Gobierno en Andalucía envió diversos documentos a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y al Consejo Superior de Deportes (CSD) para solicitar oficialmente el cambio, en los que se explicaban las peculiaridades de la celebración de estas fechas y datos como la "seriedad" de la fiesta o el número de personas que de media circulan por las calles de Sevilla. Incluso, el concejal de Presidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis (PSOE), bromeó con la posibilidad de que el Consistorio invitase a la fiesta al presidente de la UEFA, Michel Platini, para que entendiese su significado. Finalmente, el encuentro se disputará ese día, y durante unas horas, fútbol y religión confluirán sobre un mismo tapete.