FÚTBOL | LIVORNO 1 - ESPANYOL 2

El Espanyol pone pie y medio en octavos

Los goles de Pandiani y Moha encarrilan la clasificación para los de Valverde

El Espanyol, con su triunfo en terreno del Livorno (1-2), en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA y en un partido que se jugó a "puerta cerrada", se ha metido prácticamente con pie y medio en la siguiente ronda y, además, evidenciando ser muy superior al rival. Pedir buen fútbol en un partido de estas características, con ausencia de un público que pone el espectáculo y color en las gradas y anima, desde luego es demasiado. Pero la verdad es que el Espanyol se adaptó a las especiales circunstancias y jugó un buen partido, además de llevarse una excelente resultado. Todo l...

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El Espanyol, con su triunfo en terreno del Livorno (1-2), en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA y en un partido que se jugó a "puerta cerrada", se ha metido prácticamente con pie y medio en la siguiente ronda y, además, evidenciando ser muy superior al rival. Pedir buen fútbol en un partido de estas características, con ausencia de un público que pone el espectáculo y color en las gradas y anima, desde luego es demasiado. Pero la verdad es que el Espanyol se adaptó a las especiales circunstancias y jugó un buen partido, además de llevarse una excelente resultado. Todo lo contrario fue el Livorno.

Pese a las bajas de los lesionados Iván de la Peña y de Tamudo, sin duda sus dos jugadores más notables, y pese a dejar en banquillo a Luis García y a los "tocados" David García, Torrejón y Moisés Hurtado, el Espanyol se evidenció un equipo superior a un Livorno que, en verdad, es un grupo muy discreto. El conjunto livornés es un equipo normalito, correcto sin más, que además pasa por un periodo de horas baja, que no tiene grandes dotes técnicas, que presenta a algunos jugadores en baja forma (especialmente el brasileño César), tiene una defensa excesivamente rígida y lenta en zona central, y es Lucarelli-dependiente. Pero, sobretodo, basa su fuerza en la garra que le infunde su particular afición. Hoy su afición no estaba en las gradas (más de medio millar estaban fuera intentando animarles) y el equipo lo sufrió en exceso, incluido el ídolo Lucarelli cuya unión con sus aficionados es especial. No tuvo garra ni hambre.

Ante ello, al Espanyol salió consciente de lo que tenía que hacer en los primeros minutos: orden y paciencia, atención en defensa ante los balones altos hacía Lucarelli, y estar mentalmente preparado para no dejarse influir de la extrañeza de jugar sin público. Ello dio unos primeros minutos de equilibrio, de agolpamiento en centro del campo y de algún que otro acercamiento al área rival. Pero ya a partir del cuarto de hora, el Espanyol empezó a ver que podía arriesgar más e ir a por el partido. Tocó con mayor criterio y buscó romper por banda, donde el marroquí Moha evidenciaba ser un estilete capaz de desequilibrar. Ya Corominas (m.16) con un disparo que salió alto dio el primer gran aviso. Pero fue el propio Moha quien, diez minutos después, con una buena acción individual en banda cambiada y concluida con un buen disparo que el meta Amelia envió a córner, anunció que el Espanyol iba a por el partido. Se vio, desde luego, beneficiado por el aparatoso agarrón de Lucarelli sobre Jarque (en la misma acción hubo otro de Galante sobre Ito) a la salida del apuntado saque de esquina, que el árbitro no pudo más que sancionar con la pena máxima. La ejecutó con potencia y tino Pandiani (m.27), poniendo el 0-1 en el marcador.

Un tanto que convierte a Pandani, con 8 goles en su haber, en el máximo goleador de la historia del Real CD Espanyol en competiciones europeas. El Livorno quedó tocado y a expensas de un Espanyol que pudo, y debió, matarle antes del descanso. Pero Rufete (m.34) envió un disparo alto en buena posición y el meta Amelia (integrante de la selección italiana campeona del mundo) sacó con la mano un excelente derechazo de Pandiani (m.39) que parecía gol. Pudo llegar el segundo gol españolista a poco de iniciada la segunda parte, en un remate de cabeza de Jarque tras saque de falta que estrelló el balón en el travesaño (m.55). El central españolista no sólo secaba a Lucarelli sino que, además, ponía en jaque a la defensa local con sus incorporaciones en las acciones a balón parado.

Moha amplía la renta

El Espanyol no sólo seguía controlando la situación sino que cada vez estaba más suelto, pues el centro del campo del Livorno era un coladero y Moha seguía rompiendo con su picardía y velocidad. El marroquí ya estuvo cerca de anotar el segundo gol en el minuto 58, pero fue dos minutos después cuando lo hizo con un acción individual en la que rompió a Kuffour (difícil pensar que fue campeón de Europa con el Bayern Múnich) y batió a Amelia con disparo raso colocado. Moha, seguidamente, fue sustituido en medio de los aplausos de los tres centenares de presentes. Se iba tras haber dejado en evidencia al veterano ex-interista Galante y a Kuffour, y con un 0-2 en el marcador que olía ya a sentencia y clasificación para los octavos de final. Y máxime tras ver como en los siguientes minutos siguió el desconcierto del Livorno, su fútbol tosco y su búsqueda del área rival con balones largos para que Lucarelli los rematará o bien buscara el apoyo de un compañero.

Pero ni una ni otra cosa llegó. En cambio, el Espanyol pudo aumentar su botín con un disparo lejano de Costa bien desviado por Amelia (m.75). Pero llegó, en remate de cabeza de Galante tras saque de esquina el 1-2 (m.81) que no sirvió más que para dar a los minutos finales un toque de emoción que, luego, resultó ser más teórica que real. El Espanyol sigue sin perder en Europa desde el 23 de febrero de 2006, suma su sexto triunfo (además un empate) en la actual edición de la Copa de la UEFA, pero sobretodo prácticamente deja cerca de la sentencia su pase a los octavos de final.

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