Crónica:Fútbol | Sexta jornada de Liga

El Sevilla no puede con el Barça

Ronaldinho y Messi tumban al equipo sevillano

El Barca se alzó con el liderato en solitario tras vencer al Sevilla (3-1) en el Camp Nou, en un partido en el que Ronaldinho despejó las dudas sobre su estado de forma y se echó al equipo a las espaldas con dos goles a balón parado. Un Barca-Sevilla es, a día de hoy, uno de los mejores partidos que pueden versen en la Liga española, y el choque no defraudó, ni mucho menos, las expectativas.

Los aficionados al fútbol, que se vieron privados de la posibilidad de presenciar el duelo por televisión, se perdieron un encuentro vibrante entre dos equipos con estilos muy diferentes pero igualm...

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El Barca se alzó con el liderato en solitario tras vencer al Sevilla (3-1) en el Camp Nou, en un partido en el que Ronaldinho despejó las dudas sobre su estado de forma y se echó al equipo a las espaldas con dos goles a balón parado. Un Barca-Sevilla es, a día de hoy, uno de los mejores partidos que pueden versen en la Liga española, y el choque no defraudó, ni mucho menos, las expectativas.

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Los aficionados al fútbol, que se vieron privados de la posibilidad de presenciar el duelo por televisión, se perdieron un encuentro vibrante entre dos equipos con estilos muy diferentes pero igualmente atractivos. Sin embargo, los 91.220 afortunados que hoy estuvieron en el Camp Nou se lo pasaron en grande, especialmente en la primera mitad, porque el partido tuvo de todo: goles, ritmo, jugadas polémicas y mucha emoción.

El conjunto de Frank Rijkaard, quien sorprendió al dejar en el banquillo a Deco por primera vez esta temporada, salió con la lección aprendida tras lo acontecido en la Supercopa de Europa y decidido a golpear primero. Los azulgranas, liderados por un Ronaldinho muy motivado, se hicieron con la posesión del esférico y avisaron varias veces a Palop en el primer cuarto de hora.

Ronaldinho y Messi lo probaron de lejos, pero sin inquietar en exceso a Palop y, Sylvinho, poco después, a punto estuvo de adelantar a los locales con un disparo cruzado tras recibir una asistencia de tacón de Ronnie que salió rozando el poste derecho de la portería sevillista.

Los de Juande Ramos, hasta entonces dedicados fundamentalmente a tareas de contención, despertaron de su letargo en el minuto 23, cuando Navas arrancó por la derecha y puso un balón a Luis Fabiano, que remató de primeras y obligó a lucirse a Valdés. Un minuto después, Motta y Escudé saltaron a por un balón colgado en el área azulgrana que el italo-brasileño cabeceó dentro de su propia portería, pero el colegiado, César Muñiz, anuló el gol al señalar, de forma rigurosa, una falta en ataque del central sevillista.

El propio Escudé volvería a ser protagonista en la jugada siguiente, al frenar con una zancadilla una internada de Belletti. El lateral brasileño cayó aparatosamente en el área y se lesionó el hombro derecho, por lo que tuvo que ser sustituido por Zambrotta. Ronaldinho engañó a Palop en lanzamiento de la pena máxima y el Barca se adelantó (1-0) a la media hora de juego.

El tanto azulgrana provocó una reacción furiosa del Sevilla, que se fue a por el empate con su fútbol veloz y directo. Valdés salvó en la raya de gol un cabezazo de Daniel Alves, pero nada pudo hacer en un posterior cabezazo de Kanouté, quien remató a gol una dejada, también con la testa, de Renato, a centro de Alves, en el minuto 37 (1-1). Fue entonces cuando, sin dar tiempo a la celebración sevillista, apareció otra vez Ronaldinho para rescatar al Barca y marcar un golazo de falta (2-1) que daba ventaja a los de Rijkaard al descanso.

El ritmo del partido decayó algo tras la reanudación, y Barca y Sevilla parecieron darse una tregua en los primeros minutos de la segunda mitad. Los azulgranas retrasaron algo sus líneas y se dedicaron a combinar entre líneas, pero les faltaba precisión para finalizar cuando se acercaban a la portería de Palop, y al Sevilla, pese a la concesión del rival, le costaba salir a la contra.

Un remate alto de Poulsen, tras un fallo en el despeje de Márquez, y otro disparo desviado de Motta tras una combinación entre Messi e Iniesta volvieron a reactivar el partido mediada la segunda parte. Pero cuando parecía que el encuentro moriría en el fútbol-control del Barca y el ímpetu estéril de los sevillanos, Messi apareció a falta de diez minutos para el final para protagonizar una de sus jugadas marca de la casa.

El pequeño delantero argentino recibió un balón de Xavi en la frontal, controló en carrera, se coló como una exhalación entre tres rivales e hizo el 3-1 ante la salida desesperada de Palop. El Sevilla intentó, como última opción, buscar la portería de Valdés colgando varios balones al área azulgrana, pero ya no hubo tiempo para la reacción y el Barca se cobró su ansiada revancha tras la debacle de Mónaco.