Klose engrasa la maquinaria alemana

Alemania, amparada en las mismas armas de siempre, camina con firmeza por este Mundial; su Mundial. No deleita, no. Su juego es muy mecánico, como el engranaje de una bicicleta. Sin embargo, esa simplicidad, ese pragmatismo, ese buen hacer, la convierten en una de las más firmes candidatas al cetro. Si no, tiremos de memoria y recordemos los títulos conseguidos en Italia y la Eurocopa de 1996. Sin brillo, sin adornos, pero de forma tremendamente efectiva.

En este sentido, el nombre de su goleador, Klose, cobra una especial relevancia. El delantero alemán es el fiel reflejo de su equipo....

Alemania, amparada en las mismas armas de siempre, camina con firmeza por este Mundial; su Mundial. No deleita, no. Su juego es muy mecánico, como el engranaje de una bicicleta. Sin embargo, esa simplicidad, ese pragmatismo, ese buen hacer, la convierten en una de las más firmes candidatas al cetro. Si no, tiremos de memoria y recordemos los títulos conseguidos en Italia y la Eurocopa de 1996. Sin brillo, sin adornos, pero de forma tremendamente efectiva.

En este sentido, el nombre de su goleador, Klose, cobra una especial relevancia. El delantero alemán es el fiel reflejo de su equipo. Parece que no está, pero en el momento en el que dispone de la más mínima oportunidad, asesta el golpe definitivo. Al más puro estilo Tyson.

Cuando tan sólo habían transcurrido tres minutos de partido, el delantero del Werder Bremen remachó a la red un buen servicio de Schweinsteiger. Un 0-1 que pudo haber derrumbado a Ecuador, que, sin embargo, apeló a la ilusión y su fútbol de toque para no perder la cara al encuentro.

Suárez reservó a algunos de sus estandartes pensando en la cita de octavos. Mientras, Klinsmann sacó a relucir toda su artillería para refrendar un brillante pase y presentar así sus credenciales. Eso sí, con un Michael Ballack que todavía no ha alcanzado su estado óptimo. A falta de chispa, el nuevo centrocampista del Chelsea mostró sus dotes de líder y su saber estar sobre el tapete. Construía y mandaba para que el resto de sus compañeros brillasen.

En el minuto 18, una internada de Lahm por la izquierda pudo haber significado el segundo, pero Schneider remató alto. Posteriormente, Klose no llegó a conectar con claridad un servicio en largo. Una acción que sería el preludio del segundo gol alemán. Un tanto con esencia germana. Klose, depredador, aprovechó un excelente pase entre líneas de Ballack para sellar el prematuro ko de los centroamericanos. No dolía. El premio de los octavos no se lo quita nadie.

Continúa el festival

La segunda mitad comenzó con un intercambio de ocasiones. El buen juego de Ecuador hizo que se aproximase a la meta de Lehmann. En el 48, un potente disparo de Edwin Tenorio fue desviado por el guardameta alemán, hasta entonces prácticamente inédito.

Poco después llegaría el turno de Podolski. El joven delantero quiso agradecer la confianza de su técnico con el mejor presente posible. Avisó primero con un remate que rozó el poste derecho de Mora. Y más tarde, en el 56', el ariete germano culminó un excelente contragolpe gestado en las botas de Ballack y redondeado por un gran centro de Schneider.

Ahora sí. Con el 0-3, el entrenador alemán comenzó a pensar en el cruce de octavos. Klose, Schneider y Frings, hombres claves, al banquillo.

Los últimos escarceos ecuatorianos y un par de ensayos de Ballack cerraron un partido en el que los alemanes mostraron su firmeza. Desde luego, sin el 'o jogo bonito' del que algunos presumen, pero con otras bazas igualmente válidas. Las tres victorias de la primera fase son un simple aviso. Ojo. No van de farol. Cuando la maquinaria germana comienza a rodar... .