Crónica:Fútbol | 30ª Jornada de Liga

Güiza sentencia a la Real Sociedad

El Getafe prácticamente se garantiza la permanencia mientras hunde a los donostiarras

La Real Sociedad confirmó por qué los oráculos le deparan, salvo inmediata reacción, un porvenir de lo más tragico. Baqueteado por la balanza de pagos, con dos entrenadores despedidos que no dieron con la piedra filosofal, ante la amenaza de la desaparición del club por falta de liquidez, pareció que los donostiarras no se jugaban nada.

A excepción del gol que Luis García regaló a Mark González, el equipo en el que se estrenaba José Mari Bakero se quedó en la nada. Todo lo contrario que la cuadrilla de Bernd Schuster, que por fin alcanzó la mítica frontera de los 40 puntos, lo que, a en...

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La Real Sociedad confirmó por qué los oráculos le deparan, salvo inmediata reacción, un porvenir de lo más tragico. Baqueteado por la balanza de pagos, con dos entrenadores despedidos que no dieron con la piedra filosofal, ante la amenaza de la desaparición del club por falta de liquidez, pareció que los donostiarras no se jugaban nada.

A excepción del gol que Luis García regaló a Mark González, el equipo en el que se estrenaba José Mari Bakero se quedó en la nada. Todo lo contrario que la cuadrilla de Bernd Schuster, que por fin alcanzó la mítica frontera de los 40 puntos, lo que, a entender del técnico alemán, garantiza la permanencia de los madrileños en Primera por tercer año consecutivo.

Como la cosa no iba con los txuriurdin, tuvo que ser Güiza quien atizara el árbol. Ausente durante dos semanas, el Getafe agradeció la vuelta del delantero jerezano, que desmadejó y lió a su libre albedrío a los zagueros realistas. Viafara fue el único de su gente que mostró algo de empaque. Hasta su expulsión, claro. Su entrada a destiempo a Gavilán denotó que el colombiano, visto el panorama, estaba de los nervios. Güiza, entretanto, cumplía escrupulosamente con la tradición, y anotaba su noveno tanto en la Liga. Como los anteriores, siempre en el coso de Getafe. Pero con una novedad: esta vez no le salió rana su vocación por ajustar el cuero al primer palo. Riesgo simplemente fue ametrallado.

Ante un Getafe crecido, pese a que su portero regalase el gol —y ya van unos cuantos— a Mark González cuando le dio por chutar desde más de 40 metros, el cuadro de Bakero nunca dio sensación de peligro. Diego Rivas y Vivar Dorado, a lo suyo, se enseñorearon del balón y lo repartieron fluido y con criterio. Por ahí llegó el gol de Pernía, que acertó un penalti que Gavilán le sacó de la chequera a Mikel Alonso, muy ingenuo.

Casi tanto como Luis García, que, eso sí, agarró como un gato panza arriba un remate de Skoubo en el tiempo de prolongación. Aunque en apariencia no era muy peligroso, si un arquero del Getafe anda por medio esas ocasiones se transforman en gol. Por una vez, no fue así. A la Real, a tres puntos de la salvación y a 12 del Getafe, le quedan ocho balas en la recámara. Aunque, vista su falta de juego, los nubarrones que se otean en el horizonte no presagian nada bueno.

El centrocampista de la Real, John Viafara, lucha por un balón con el centrocampista del Getafe, Veljko Paunovic.EFE

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