Crónica:Fútbol | 30ª Jornada de Liga

El Celta acaba con la racha de Manzano

El equipo vigués, tras tres derrotas seguidas, vence a un Mallorca que llegaba lanzado

Por la misma razón por la que el Celta llevaba tres derrotas consecutivas, el Mallorca se libró de una buena. Le falta gol al equipo de Balaídos, y lo que podría haber acabado en homenaje al hincha se quedó en una modesta victoria. Tan débiles andan de pegada los de Fernando Vázquez que hasta una diferencia de dos goles es noticia.

Y no fueron los únicos blandos en el remate: el Mallorca también perdonó, pero a diferencia de los de Gregorio Manzano, que fallaron en las dos áreas, el Celta blindó la suya con Pinto, sensacional otra vez.

Falló José Enrique, después Baiano, Canobbio...

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Por la misma razón por la que el Celta llevaba tres derrotas consecutivas, el Mallorca se libró de una buena. Le falta gol al equipo de Balaídos, y lo que podría haber acabado en homenaje al hincha se quedó en una modesta victoria. Tan débiles andan de pegada los de Fernando Vázquez que hasta una diferencia de dos goles es noticia.

Y no fueron los únicos blandos en el remate: el Mallorca también perdonó, pero a diferencia de los de Gregorio Manzano, que fallaron en las dos áreas, el Celta blindó la suya con Pinto, sensacional otra vez.

Falló José Enrique, después Baiano, Canobbio desperdició un mano a mano, Silva indultó a Prats en el área pequeña y, por si fuera poco, Iriney se sumó al festival con el portero mallorquín ya batido. No fueron oportunidades cualesquiera, sino de las apabullantes, pero mientras las de esa clase acabaron en el trastero, las que sirvió el Mallorca subieron al marcador. Especialmente, en la jugada del primer gol, en el que un mal despeje de Nunes en un saque de esquina le cayó encima a Jorge Larena. Su volea la dejó Prats a los pies de Contreras, que sólo tuvo que empujar la pelota.

El gol fue decisivo, porque con el Celta, ya se sabe: el que marca primero se lleva el gato al agua. No ha protagonizado ni concedido remontada alguna en todo el curso, de modo que, una vez más, el tanto de Contreras tenía pinta de definitivo. Lo fue por la actitud del equipo vigués, que ya por delante en el marcador dejó que el juego discurriera con fluidez, pero también por la del decepcionante Mallorca, que tras siete jornadas sin morder el polvo conoció la primera derrota con Gregorio Manzano.

Tardó una eternidad el Mallorca en reponerse del doble fallo del gol celeste, y cuando lo hizo, ya llevaba otro gol de desventaja, en esta ocasión cedido por Tuzzio, que no acertó a interceptar la conexión de De Ridder con Baiano. En todo caso, sus remates acabaron tropezando con Pinto, que le comió la moral a la escuadra de Son Moix. Tan mal le iban las cosas que hasta Arango, su mejor futbolista, arrojó la toalla, y desapareció de en medio en una segunda parte a beneficio de inventario, de improductivo dominio para el Mallorca y aburrimiento generalizado de la hinchada.

Baiano (dcha.) y Contreras celebran el primer gol del Celta.

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