El Zenit castiga a un Sevilla que reaccionó demasiado tarde

De entrada, Juande Ramos sorprendió alineando al canterano Kepa junto a Saviola en punta de ataque, en un partido marcado de antemano por el frío y que comenzó con ritmo vivo por ambas partes. De hecho, en el minuto 8 se produjo un posible penalti sobre Kepa, no señalado por el árbitro y que fue en, realidad, la antesala del 1-0, porque casi a renglón seguido un mal despeje de Dragutinovic llegaba a los pies de Kerzhakov, que puso por delante a los locales.

Para colmo de males, al cuarto de hora de partido Renato, lesionado, se retiraba para dejar su sitio a Jordi López. Y aunque el Sev...

De entrada, Juande Ramos sorprendió alineando al canterano Kepa junto a Saviola en punta de ataque, en un partido marcado de antemano por el frío y que comenzó con ritmo vivo por ambas partes. De hecho, en el minuto 8 se produjo un posible penalti sobre Kepa, no señalado por el árbitro y que fue en, realidad, la antesala del 1-0, porque casi a renglón seguido un mal despeje de Dragutinovic llegaba a los pies de Kerzhakov, que puso por delante a los locales.

Para colmo de males, al cuarto de hora de partido Renato, lesionado, se retiraba para dejar su sitio a Jordi López. Y aunque el Sevilla siguió intentándolo e incluso pudo existir una segunda pena máxima, ahora sobre Puerta, no pitada. Los errores propios y la falta de concentración de los blanquirrojos continuaban favoreciendo las aproximaciones del Zenit al área de Notario.

Así las cosas, el Sevilla se confiaba a Saviola, cuyo olfato de gol sin embargo, parecía tan helado como la gélida noche de San Petersburgo. Pero lo peor de todo era la falta de tensión de los de Juande Ramos, que resultaba harta evidente en Fernando Sales y, mientras, el Zenit, buscaba el segundo, porque primero era Spivak el que mandaba un disparo al palo del portal sevillista y, poco, después Gorshkov enviaba un chut que salió rozando la madera.

Sólo una falta botada con mucha intención por Maresca mantuvo abiertas las esperanzas nervionenses hasta la llegada del descanso. En la reanudación los visitantes salieron más entonados, con Alves mandando y poniéndole un balón de gol a Puerta en el minuto 50, que contestó sin solución de continuidad Arshavin, en una jugada con olor a red atajada por Notario.

El partido enloquece

El encuentro se volvió loco por unos momentos. Dragutinovic enmendaba su error en el 1-0 salvando un nuevo tanto ruso en la misma línea de gol, tras quedarse Notario a media salida, y en la siguiente jugada Kepa tenía el empate en su bota aunque se enredó él sólo, cuando lo más fácil era rematar desde el punto de penalti.

Juande Ramos tenía a estas alturas también a Jesús Navas y Kanouté -éste en lugar del gris Fernando Sales- en liza, que sin duda deberían haber estado desde el principio, si es que el técnico sevillista quería realmente ir a por el partido.

Con tantos argumentos ofensivos y el cansancio del adversario, el Sevilla tocó a rebato en el tramo final del partido hasta embotellar al Zenit. Saviola era un constante peligro, aunque el ubicuo defensa Hagen lo tapaba bien al igual que hizo el meta Contofalsky, que evitó la igualada ante Navas. Y, como era de esperar, el Zenit, tras nadar y guardar la ropa, sentenció en una contra perfecta ejecutada de nuevo por Kerzhakov ante el que el posterior gol de Saviola, en tiempo de descuento, quedó en anécdota.