Crónica:FÚTBOL | Primera jornada de Liga

El Atlético se gusta pero perdona

El equipo madrileño no pasa del empate a cero ante el Zaragoza en el estreno de la 'era Bianchi'

Nuevo Atlético, que juega mejor, pero se mantiene la fatalidad en el Vicente Calderón. Después de un primer periodo en el que debió sentenciar (palo de Kezman y un par de jugadas ante César marradas), el Atlético se fue diluyendo hasta que el Zaragoza casi gana al final. El empate deja un sabor agridulce para un equipo que ilusiona pero al que le falta gol por todas partes. Torres y Kezman estuvieron gafados. Gustó Petrov (quizás este conjunto se le quede pequeño en poco tiempo) y la actitud rojiblanca, aunque la capacidad rematadora es su gran debe. El Zaragoza mejoró en la segunda mitad e hi...

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Nuevo Atlético, que juega mejor, pero se mantiene la fatalidad en el Vicente Calderón. Después de un primer periodo en el que debió sentenciar (palo de Kezman y un par de jugadas ante César marradas), el Atlético se fue diluyendo hasta que el Zaragoza casi gana al final. El empate deja un sabor agridulce para un equipo que ilusiona pero al que le falta gol por todas partes. Torres y Kezman estuvieron gafados. Gustó Petrov (quizás este conjunto se le quede pequeño en poco tiempo) y la actitud rojiblanca, aunque la capacidad rematadora es su gran debe. El Zaragoza mejoró en la segunda mitad e hizo por llevarse el encuentro. La X le reconforta. Su imagen fue la de un equipo trabajado, difícil de superar.

Gustó, y mucho, el Atlético. Fue a por el partido desde el primer instante jaleado por una afición que se frotaba los ojos. ¡Por fin fútbol! El Zaragoza, desarbolado, veía como César era su Bonano particular. Tras un posible penalti a Torres a los cuatro minutos, Maxi Rodríguez entró en el área y tiró fuera. Al minuto siguiente, Kezman, en igual situación, la lanzó también más allá de la línea. Increíble, pero el mal fario rojiblanco continuaba. Con el paso de los minutos, y ya con el Zaragoza sin dar tantas facilidades atrás, el Atlético lo intentó de lejos. Con reiteración, mientras soportaba la dureza contra Torres, Petrov y Kezman.

El Zaragoza, eso sí, tuvo su ocasión, tan buena o más que las de los locales. Sergio García, tras un pase de Ewerthon, la envió arriba, más difícil que meterla. Y en esas que emergió la figura de Iturralde, quien perdonó la roja directa a Ewerthon por agresión sin contemplaciones desde el suelo y con los tacos a Gabi. La solución a la entelequia de Iturralde: amarilla a Gabi por protestar. En la recta final del primer tiempo, Petrov, el mejor de largo, se la dio a Kezman para que la enchufara, pero el remate del serbio (cuidado, falla goles como Torres) se estrelló en el palo derecho de César. A los 43 minutos, para no ser menos, 'el Niño' disfrutó de un mano a mano con César y se lo disparó a las piernas. Más de lo mismo...

Poco duró la alegría en la casa del pobre. El buen preludio se quedó en nada durante la segunda parte. El Atlético apenas dio para subir el balón, merodear a César y protestar la anulación de un gol a Maxi por fuera de juego, acción de libre directo lanzado por Gabi que tocó en el brazo de Álvaro. Y poco más. Bianchi reaccionó con las entradas de Ibagaza y Galletti, sabor criollo para el choque, aunque no hubo milagros.

Quien sí reivindicó más en la continuación fue el Zaragoza, que ante la depresión local se fue a por la victoria. Zapatar obligó a la hora de parttido a que Leo Franco tuviera su momento de gloria y, después, Ewerthon y Sergio García fallaron sendas ocasiones. Como en el Atlético al principio del encuentro.

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