Crónica:FÚTBOL | 25ª jornada de Liga

El Atlético de Madrid logra una victoria carente de brillo ante la Real Sociedad

Un gol de Antonio López da la victoria al equipo madrileño, un prodigio de laboriosidad sin alharacas

El Atlético de Madrid ha logrado una trabajada victoria ante la Real Sociedad gracias a un zurriagazo de Antonio López que ha limado las aristas de la escuadra de Riesgo. Pero a la sufrida afición del Vicente Calderón le han vuelto a sobrar los motivos para la desesperanza, y de seguro que estos tres puntos no le dejarán un buen sabor de boca. El equipo de Cesar Ferrando ha vuelto a demostrar que no pasa de ordenado. Cualquier resquicio de fantasía o creatividad se ha diluido en el ataque de tristeza de Ibagaza y Gronjkaer, condenados a remar solitarios contra corriente entre una masa de obre...

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El Atlético de Madrid ha logrado una trabajada victoria ante la Real Sociedad gracias a un zurriagazo de Antonio López que ha limado las aristas de la escuadra de Riesgo. Pero a la sufrida afición del Vicente Calderón le han vuelto a sobrar los motivos para la desesperanza, y de seguro que estos tres puntos no le dejarán un buen sabor de boca. El equipo de Cesar Ferrando ha vuelto a demostrar que no pasa de ordenado. Cualquier resquicio de fantasía o creatividad se ha diluido en el ataque de tristeza de Ibagaza y Gronjkaer, condenados a remar solitarios contra corriente entre una masa de obreros del balompié.

El partido de la redención resultó más equilibrado de lo previsto en su primera mitad. El Atlético disfrutó más de la pelota, aunque tampoco le sacó demasiado partido. Esta vez fue Antonio López quien en su primer intento —fue el único rojiblanco que chutó entre los tres palos— marcó un golazo con su pierna derecha desde la frontal del área. Pero el equipo de Ferrando, al que Gari Uranga y Labaka pudieron haber dado un severo susto de estar un pelín más acertados en el remate, volvió a mostrar sus habituales dificultades para generar juego y ocasiones. Tan sólo el danés Gronjkaer se atrevió con éxito a medirse a cuantos contrarios le salían al paso. Ibagaza no encontró al voluntarioso Torres, que no ganó para carreras imposibles.

Ferrando apostó por Salva, que sustituyó a Sergi, tras el paso por vestuarios. El técnico valenciano buscaba un juego directo, apoyado en el bregador delantero marcial, para rescatar de su soledad al ídolo del Manzanares. Pero ni por esas. El juego se hizo insoportable: impreciso y falto de calidad, con un insoportable centro campismo sin fronteras, en el que las pérdidas de balón encontraban merecida respuesta en continuos pelotazos sin sentido. El fútbol concretado en un querer y no poder.

Como colofón a la desesperación, un empuje racial brindó al Atlético dos grandes ocasiones en los últimos minutos. Pero el Niño envió a las nubes un balón a metro y medio de la portería después de que su disparo rechazase en el poste. Y el caño Ibagaza se dejó el balón atrás cuando una asistencia de Torres le colocaba sólo ante Riesgo.

Tampoco aportó gran cosa la Real, que además de la baja de Nihat, pareció haber perdido la inercia de su escalada en la clasificación. Y Kovacevic y Karpin no parecen suficiente para volver a recuperar la velocidad de crucero.

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