El Austria de Viena elimina al Athletic de Bilbao de la Copa de la UEFA en San Mamés (1-2)

Tras arrancar un empate sin goles en Viena, felices se las prometía el Athletic de Bilbao para pasar a octavos de final de la Copa de la UEFA sin apenas despeinarse, con un partidillo de trámite en San Mamés. Y así pareció discurrir el guión, sin excesivos sobresaltos, hasta que en una jugada aislada los austriacos igualaron el gol tempranero de Yeste. Con un empate a uno, se clasificaba el Austria de Viena por el valor doble de los goles fuera de casa. Al Athletic le pudo la angustia por marcar, y terminó apuntillado y fuera de Europa.

El director general del equipo austriaco, Toni Pol...

Tras arrancar un empate sin goles en Viena, felices se las prometía el Athletic de Bilbao para pasar a octavos de final de la Copa de la UEFA sin apenas despeinarse, con un partidillo de trámite en San Mamés. Y así pareció discurrir el guión, sin excesivos sobresaltos, hasta que en una jugada aislada los austriacos igualaron el gol tempranero de Yeste. Con un empate a uno, se clasificaba el Austria de Viena por el valor doble de los goles fuera de casa. Al Athletic le pudo la angustia por marcar, y terminó apuntillado y fuera de Europa.

El director general del equipo austriaco, Toni Polster, decidió traerse a sus 21 jugadores a Bilbao, alegando que todos querían "participar del éxito" del equipo. Y no contento con eso, desveló que contaba con un arma secreta: Tosin Dosunmu. "Los españoles todavía no le han visto jugar. Tampoco en sus viajes de observación. Por eso no le hice jugar en el encuentro de ida", declaró tras el empate en Viena el director deportivo del equipo, Günther Kronsteiner.

El Austria de Viena no parecía así intimidado por el pedigrí de los bilbaínos, y pretendieron ganarles el partido antes de jugarlo comiéndoles la moral. El Athletic, por su parte, prefirió apelar a la magia de San Mamés —reciente aún el repaso que le dieron al Real Madrid—, y veló armas con sus mejores arietes en los cañones. Cuando sonó el pitido inicia, los bilbaínos salieron a comerse el césped, y se encontraron con un rival correoso que se conocía todos sus resortes y le ahogó hasta dejarle sin ocasiones.

Hasta que en el minuto 20, merced a una mano de Dospel, Yeste pudo empujar el balón de penalti hasta la red. Primera misión cumplida: el Athletic había marcado y estaba clasificado. El Austria de Viena apenas encontraba el camino hacia la portería; de hecho, sólo en una ocasión lo logró con claridad, un jugada aislada en la que Sionko colocó el balón en la escuadra. Empate, y el Athletic eliminado.

Los bilbaínos podrían haber vuelto a marcar, ocasiones no le faltaron. Sacaron el balón furiosos del centro del campo y arrearon para adelante, elevados en volandas por su público. Pero San Mamés se desesperó, cada ataque tocó en hueso y los austriacos aprovecharon cada resquicio para tratar de sentenciar a la contra. Avisaron con un mano a mano que solventó Lafuente con acierto, pero machacaron minutos más tarde con otro tanto de Sionko de disparo cruzado. El Athletic lo intentó a la desesperada en el tramo final del partido, pero no era hoy el día para la épica.