El Depor apuesta por el órdago a la grande

El Deportivo, atrapado a un suspiro demasiado largo de la lucha por el liderato, ha decidido hoy lanzar un órdago a la grande y desligarse del repleto camarote en el que se batalla por el cuarto puesto. Dos goles de Víctor en la primera parte han bastado para dejar en la cuneta de Riazor a Osasuna (2-0) y poner deberes al Real Madrid y el Valencia, que se ven intocables y no están tan lejos al fin y al cabo.

Apenas media hora ha tardado el equipo de Irureta en trincar una cómoda ventaja de dos goles, merced al buen hacer de Víctor. En el minuto 22 ha batido a Sanzol con un disparo preci...

El Deportivo, atrapado a un suspiro demasiado largo de la lucha por el liderato, ha decidido hoy lanzar un órdago a la grande y desligarse del repleto camarote en el que se batalla por el cuarto puesto. Dos goles de Víctor en la primera parte han bastado para dejar en la cuneta de Riazor a Osasuna (2-0) y poner deberes al Real Madrid y el Valencia, que se ven intocables y no están tan lejos al fin y al cabo.

Apenas media hora ha tardado el equipo de Irureta en trincar una cómoda ventaja de dos goles, merced al buen hacer de Víctor. En el minuto 22 ha batido a Sanzol con un disparo preciso desde fuera del área, y un cuarto de hora después sólo tenía que empujar cómodamente a la red un balón deslizado por Luque, en una jugada que debió ser anulada por fuera de juego de Diego Tristán, que estaba en la línea de paso. Osasuna, que ve diluirse los sueños de grandeza de la primera vuelta con un descenso lento pero seguro, apenas pudo responder uno de los regalitos del uruguayo Pablo García antes del descanso.

En la segunda parte Irureta decidió dormir el partido, y la estupendamente engrasada maquinaria gallega acabó con oficio con cualquier viso de remontada pamplonica. Apenas pasó apuros el Depor para mantener su ventaja, quizá sólo cuando los jugadores de Osasuna reclamaron un penalti por mano de Romero, que el árbitro no señaló. Poco después fue expulsado Pablo García por una brutal entrada a Valerón, y sin su eje central y con demasiada rabia apenas pudo hacer algo más el equipo pamplonés. El árbitro anuló un gol a Víctor por un fuera de juego ilusorio, y colorín colorado, errores para todos y los tres puntos para el Depor.