FÚTBOL-SUB 21

España derrota a Yugoslavia con dos goles en diez minutos de buen juego (2-1)

Reyes y Fernando Torres auparon a la selección a un triunfo más que trabajado

La selección española sub 21 se impuso anoche por 2-1 a la de Yugoslavia en Ceuta, en un partido amistoso en el que los diez primeros minutos de partido sirvieron para que los jugadores de Iñaki Sáez encarrilaran el encuentro.

Los sub 21 tardaron poco en poner el partido a su favor. En el minuto cuatro, una buena combinación por la derecha fue finalizada por el sevillista Reyes, quien aprovechó un buen centro de Fernando Torres para anticiparse a la defensa y, de cabeza, batir a Poleksic.

El 2-0 lo logró el jugador del Atlético Fernando Torres, haciendo bueno un pase de Raúl Brav...

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La selección española sub 21 se impuso anoche por 2-1 a la de Yugoslavia en Ceuta, en un partido amistoso en el que los diez primeros minutos de partido sirvieron para que los jugadores de Iñaki Sáez encarrilaran el encuentro.

Los sub 21 tardaron poco en poner el partido a su favor. En el minuto cuatro, una buena combinación por la derecha fue finalizada por el sevillista Reyes, quien aprovechó un buen centro de Fernando Torres para anticiparse a la defensa y, de cabeza, batir a Poleksic.

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El 2-0 lo logró el jugador del Atlético Fernando Torres, haciendo bueno un pase de Raúl Bravo. Sólo se llevaban diez minutos de partido. Después de una primera parte de buen juego, la segunda fue aburrida. España, más relajada por el marcador, se dedicó tras los dos goles a controlar el balón. Pasada la media hora, los jugadores de Vladimir Petrovic se metieron en el choque gracias a un saque de esquina que cabeceó Jokic.

El 2-1 despertó a los españoles que, bien dirigidos por el dúo Xabi Alonso-Mikel Arteta, recuperaron el mando del encuentro hasta el descanso.

Para los segundos 45 minutos Sáez hizo varios cambios, entre ellos el debú del goleador del Madrid Portillo. Yugoslavia salió con más ganas y concentración que al comienzo del partido, lo que equilibró el encuentro. Sin embargo, el carrusel de cambios en ambos combinados impidió recuperar el ritmo del partido y dejó casi sin trabajo a ambos porteros.

En el minuto 81 Mario mandó al palo un balón muerto en el área yugoslava. Y poco más, fue la última oportunidad en una aburrida segunda mitad de un partido que ha vuelto a confirmar la calidad y buenas perspectivas de los jóvenes seleccionados del fútbol español.