El Real Madrid tira por tierra dos goles de ventaja en Turquía (3-2)
El Real Madrid tiró por tierra en una segunda parte infame todo lo que había conseguido en los primeros 45 minutos. Y no era poco. Si el equipo de Vicente Del Bosque hubiese mantenido la actitud, el empaque y la sensación de equipo con la que se manejó desde el comienzo del encuentro, bien se podría estar hablando ahora de una clasificación prácticamente segura para semifinales.
Y es que el problema no es resultado, ya que incluso antes del encuentro muchos hubiesen firmado una derrota por la mínima con dos tantos a su favor, pero la sensación que deja el viaje a Estambul para los madri...
El Real Madrid tiró por tierra en una segunda parte infame todo lo que había conseguido en los primeros 45 minutos. Y no era poco. Si el equipo de Vicente Del Bosque hubiese mantenido la actitud, el empaque y la sensación de equipo con la que se manejó desde el comienzo del encuentro, bien se podría estar hablando ahora de una clasificación prácticamente segura para semifinales.
Y es que el problema no es resultado, ya que incluso antes del encuentro muchos hubiesen firmado una derrota por la mínima con dos tantos a su favor, pero la sensación que deja el viaje a Estambul para los madridistas es la que lleva mostrando desde hace un mes. Es decir, la de un equipo agotado tanto física como psíquicamente e irregular hasta el extremo.
Si no fuera así, no se comprende que un equipo que aspira a ganar la Copa de Europa deje escapar una ventaja de dos goles en un campo tan duro como es el Alí Sami Yen. Porque el cuadro de Del Bosque se mostró decidido en un principio. Superados los primeros cinco minutos calientes que brindan los aficionados y equipos turcos, el Real Madrid se hizo dueño del balón y del tiempo de juego. Con las marcas bien fijadas en defensa, fue el centro del campo, con Figo bastante activo y Makelele como ordenante, el que impuso su buen manejo de balón, su mayor experiencia y su mejor juego.
El Madrid supo también ahogar las vías de juego del Galatasaray. Evitó que le llegaran balones a Hagi, con lo que cerraba también el suministro de balones a Jardel, la única referencia ofensiva clara de los de Mircea Lucescu.
Así, el Madrid supo encontrar el camino de las semifinales de la forma que viene siendo habitual durante esta temporada. Una falta botada con precisión por Figo y un remate de cabeza de Helguera llevó la ventaja al marcador español. El Galatasaray acusó el tanto y se vino abajo un poco más. Una circunstancia que supo aprovechar el Madrid para incrementar su ventaja. Una dejada de cabeza de Raúl dejó a Makelele solo frente a Taffarell para marcar el 0-2 y dejar las semifinales casi a punto
Debacle madridista
Era lo calculado en ese momento a una hora en la que nadie podía imaginar lo que iba a llegar en una segunda parte desastrosa para el Real Madrid. Un penalti dudoso nada más salir de los vestuarios alteró el guión previsto. Umit no desaprovechó la ocasión y marcó el principio del fin para los intereses madridistas. Los de Del Bosque se echaron atrás y permitieron la crecida turca hasta límites que dejan bien a las claras los problemas actuales del equipo español.
El cambio de Celades por Makelele vino a incrementar aún más los problemas de contención que ya eran evidentes y no mejoró la circulación y la salida del balón, circunstancias clave en la debacle madridista.
Dos goles de cabeza, uno de Hassan y otro de Jardel, terminaron de emborronar un partido que el Real Madrid tuvo en la mano y del que sale incluso dando gracias de un apagón de luz tras el 3-2 que frenó la ofensiva turca y de que Okan no acertara con el 4-2 en la prolongación.
Ahora, el Real Madrid está obligado a ganar en el Santiago Bernabéu dentro de 15 días para superar una eliminatoria que se ha complicado él sólo con unos 45 minutos, los segundos, que abundan en el bajón madridista y que dejan todo en el aire de cara a unas semifinales para las que el Bayern dio ayer un gran paso al ganar ayer al Manchester en Old Trafford (0-1).